En un viejo libro sobre los pescadores de las islas Lofoten leo lo siguiente: cuando se está a la espera de los grandes temporales, ocurre siempre que algunos pescadores amarran sus chalupas en la playa y se dirigen al interior, mientras que otros se hacen rápidamente a la mar. Si las chalupas se hallan en perfectas condiciones, estarán más seguras en alta mar que en la playa. Además, por grandes que sean los temporales, en alta mar es posible salvarlas gracias al arte de la navegación; en la playa, en cambio, son destrozadas hasta por las olas de tempestades pequeñas. Y para sus propietarios empieza, entonces, una vida muy dura.
Bertolt Brecht, Narrativa completa 2 - Relatos 1927-1949,
Alianza Editorial, Madrid, 1989.
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