(Noticia en proceso.)
Aunque los estudios de ADN todavía están en curso, los rasgos del occiso y el reconocimiento de quienes lo trataron en vida así lo indican.
El único reparo es que las
heridas de los clavos están en las manos, cuando se ha probado que se hacían
atravesando la muñeca, pero quizás en el caso del Mesías se hicieron así previendo
que la futura iconografía las mostraría en la palma de la mano.
Calculamos que este singular
hallazgo será portada de los diarios, y motivo de polémica los próximos días.