Perdonen por creerlo
.
Antes de los treinta en el poder o muertos.
Éramos jóvenes, éramos muchos, y habíamos entrado en la vida solamente para cambiar el mundo.
La vida pasó, y nada fue como decíamos. Fue la cárcel, fue la tortura, fueron los miles de muertos.
Aún así, cuando nos encontramos, el recuerdo de la ilusión de muchachos llena todavía el corazón, que se animó un día a creer tanto.
Entonces siento que si hubo otro modo posible para mí no lo quisiera.
Porque, y perdonen por creerlo, le debo a aquella ilusión la alegría de haber conocido a algunos de los mejores.
Carlos Liscano.
http://postaportenia.blogspot.com
Éramos jóvenes, éramos muchos, y habíamos entrado en la vida solamente para cambiar el mundo.
La vida pasó, y nada fue como decíamos. Fue la cárcel, fue la tortura, fueron los miles de muertos.
Aún así, cuando nos encontramos, el recuerdo de la ilusión de muchachos llena todavía el corazón, que se animó un día a creer tanto.
Entonces siento que si hubo otro modo posible para mí no lo quisiera.
Porque, y perdonen por creerlo, le debo a aquella ilusión la alegría de haber conocido a algunos de los mejores.
Carlos Liscano.
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