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El martes 3 hubo una masiva movilización en el Centro Cívico de Bariloche. “La minería es un saqueo a la sociedad en general, ya que las regalías que deja son exiguas en comparación con las que genera”, aseguró la coordinadora del Parlamento Mapuche de Río Negro*.
¡Problema de saqueo por regalías exiguas! Y se lo dejan decir, y lo difunden, para que aprendamos.
La coordinadora del Parlamento Mapuche no quiere terminar con una explotación que es catastrófica y letal: quiere agrandar la torta, a ver si ella también puede morder.
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¡Nada de "más regalías"! Debemos avanzar hacia una ley prohibiendo la minería a cielo abierto en todo el país: una ley que la prohíba y condene como genocidas y traidores a la patria a los funcionarios nacionales, provinciales y locales que la autoricen o la promuevan. Y, mientras tanto, multiplicar la resistencia de Famatina en cada lugar donde nos quieren imponer la muerte.
Eso, o autoricémosla, y pongamos una ventanilla que cobre un canon: tantos pesos por cada muerto, tantos otros por el nacido con deformidad, y una tasa por acuífero agotado o contaminado.
Pero que quede claro: yo no quiero convivir en la misma trinchera con los andan detrás de este negocio.
Esto es para los que levantan el fetiche de que los pueblos indígenas son angélicos. No es así; son personas atravesadas por intereses y ambiciones, y también capaces de solidaridad y abnegación. Como todos.
Pero, nosotros, ¿estamos de acuerdo en ponerle un precio a la vida? ¿Si pagan bien, pueden matar? Desde hace años estamos sometidos a la acción persistente de esta clase de consejeros que nos alecciona "hay que sacarles más, pagan poco". Sí, usted los conoce: Bonasso, De Gennaro, Solanas...
¡Nada de "más regalías"! Debemos avanzar hacia una ley prohibiendo la minería a cielo abierto en todo el país: una ley que la prohíba y condene como genocidas y traidores a la patria a los funcionarios nacionales, provinciales y locales que la autoricen o la promuevan. Y, mientras tanto, multiplicar la resistencia de Famatina en cada lugar donde nos quieren imponer la muerte.
Eso, o autoricémosla, y pongamos una ventanilla que cobre un canon: tantos pesos por cada muerto, tantos otros por el nacido con deformidad, y una tasa por acuífero agotado o contaminado.
Pero que quede claro: yo no quiero convivir en la misma trinchera con los andan detrás de este negocio.
* http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/subnotas/3-57277-2012-01-07.html
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