viernes, 30 de diciembre de 2011

Resumen ambiental de 2011

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"El País", 30-12-11.

 (Ojo: entendiendo por "economía" la que conocemos, o sea la rapaz apropiación de la riqueza por una minoría, y no lo que debería ser: la correcta asignación de los recursos en beneficio de toda la humanidad y la prudente administración de los bienes sociales, que no les pertenecen solo a esta generación, sino también a las futuras.)
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miércoles, 28 de diciembre de 2011

¿De qué se asustan?

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 Foto: informador.com.mx 

Algunos se asustan de que va a quedar Boudou de presidente: ¡como si él hubiera llegado al lugar donde está por sorteo, o por decisión de otros que no sean la camarilla gobernante!
Por inconsecuencias como estas nos va como nos va.
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lunes, 26 de diciembre de 2011

Cristina Fernández y Clemente

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Foto: treceonceveinte.com

¿Para qué esas arcas llenas de ropa? Y los ornamentos de oro, ¿para qué?
Esas cosas existen para ladrones, sinvergüenzas y para ojos avariciosos.
 
Clemente de Alejandría (150-215).
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miércoles, 21 de diciembre de 2011

De cómo logré triunfar contra la feroz araña

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Voy a lavar los platos, y ¡zas!, una araña en la bacha de la cocina.
Frenética, loca, desmelenada, tratando de subir por los costados de acero inoxidable, resbalando y cayendo a las puteadas. E intentándolo de nuevo, una y otra vez.
Si yo me ponía a lavar los platos, una gota de  detergente disparada, y chau araña. Y si no, al enjuagar, el agua la habría arrastrado al resumidero, y que te cure Lola.
Pero yo no quería matarla, porque no sé qué, y porque son seres vivos con una inteligencia superior a muchos cristianos.
Postergué el lavado de los platos (no es lo único que postergo y, además, platos tengo bastantes) y dejé que el tiempo proveyera una solución. A cada rato iba, y la araña seguía allí, como el dinosaurio de Monterroso.
Luego empecé a ensayar soluciones para sacarla, con los melindres propios del cagueta que soy: con una pajita, con un papel enrollado... Pero, ¡qué!, cuando el quelicerado veía avanzar el objeto, huía profiriendo amenazas y denuestos (que solo yo podía oír) y se ocultaba bajo los platos.
Esta táctica la ensayé varias veces, incluso durante la madrugada, pensando que la iba a sorprender somnolienta, pero siempre con el mismo resultado.
Ya te vas a cansar, pensé.  Solo que la  araña, aparentemente exhausta, se mostraba repentinamente vigorosa ante cada nuevo intento.
Por fin, en un descuido de ella, logré sacar los platos sucios y dejar la pileta vacía. Luego, sequé el agua residual y ensayé el ataque final. Primero, tratando de hacerla caer en la tapa de un táper redondo, pero no me satisfizo, porque si se fugaba me iba a causar un trastorno peor, y luego, procurando que entrara en el recipiente, lo cual al fin logré.
Entonces, sacudiendo horizontalmente ese táper, para que el arácnido no pudiera hacer pie firme, lo llevé hasta el ventiluz de baño e hice caer al monstruo en el borde externo.
Ya tenía pensado que si el animal intentaba entrar de nuevo en mi casa le iba a dar en los dientes o en el pómulo con unos zapatos con punta de acero que tengo, pero no hizo falta, porque aunque al principio se mantuvo en las cercanías no lo vi que entrara.
Me hace gracia pensar cómo debe contar la dichosa araña a sus congéneres su aventura: “...y caí en una trampa profunda de la que me era imposible salir, porque estaba preparada para que no tuviera de dónde asirme. Y a cada rato venía a intentar asesinarme, pero todas las veces pude escapar y ocultarme. Después pude treparme a un plato volador que aterrizó allí, pero no les quiero contar el viaje ese lo que fue: una batidora es poco. Cuando paró un momento, me tiré y pude escapar, aunque igual me quedé un rato en las inmediaciones para ver si lo podía agarrar al hijo de puta ese, pero como no volvió a aparecer al final me fui y aquí estoy: todavía no logro comprender cómo pude salvarme”.
Así dirá; estoy seguro.
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domingo, 11 de diciembre de 2011

Fasinpat en la Legislatura del Neuquén

De obrero de Zanon a diputado provincial neuquino


Foto: Mati Subat (www.patagoniafotopress.com.ar)


Este sábado (10/12/2011) asumieron sus bancas en la Legislatura del Neuquén los 35 diputados electos el pasado junio. Entre ellos, juró y tomó su banca el primer legislador ceramista que tiene la provincia.

Alejandro López, representante del sindicato ceramista y obrero de la ex Zanon, accedió a su banca encabezando la lista del Frente de Izquierda.

López juró vestido de overol y ocupará el atril de la primera fila sobre la columna izquierda.

Esta representación será rotativa, y en un año, continuará Raul Godoy, obrero de Fasinpat y militante del PTS; luego Angélica Lagunas, docente, de IS, y después Gabriela Supisich, trabajadora de salud, del PO.
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jueves, 8 de diciembre de 2011

La Inmaculada Concepción, “Tiempo Argentino” y el queso

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La espiritualidad, sea cristiana, judía, musulmana o evangélica, existe más allá de todo en el corazón de los pueblos. El marxismo duro que le atribuía cualidades opiómanas terminó convertido en una teología tanto o más soporífera que la que criticaba. Y hasta Einstein reconoció que cada vez que la ciencia abría una puerta, detrás de ella aparecía Dios.”

Este párrafo está copiado del editorial de hoy de “Tiempo Argentino”*. Como no podía ser de otro modo, un compendio de falacias y adulteraciones. Vamos a examinar solo las que están contenidas en las anteriores líneas.

El editorial usa la vieja treta de igualar espiritualidad con religiosidad, y circunscribirla a las supersticiones monoteístas: como que no la hay fuera de esos dogmas.

Eso es pura prestidigitación, porque propiamente espiritual es lo intelectual y lo que corresponde a las funciones superiores de la vida anímica: amor, arte, moral, conocimiento.

Dice a continuación que es el “marxismo duro” el que le atribuía a la religión cualidades opiómanas. Para empezar, solo las personas son opiómanas, o sea adictas al opio. Las cualidades podrán ser opiáceas, o narcóticas. Y bien: no es el “marxismo duro” el que lo dijo, sino el señor Carlos Marx —duro o blando— y, que se sepa, no se desdijo, sino que se ratificó cada vez que tuvo oportunidad. Por lo tanto, no le “atribuía”, sino que le atribuye y le atribuirá, mal que le pese a “Tiempo Argentino”.

Finalmente, apela a Einstein: “...hasta Einstein...”. Pero Einstein no es un non plus ultra ni en esa ni en otras esferas de la sabiduría humana, sino un portentoso científico “trepado a hombros de gigantes”, como dijo Newton de sí mismo (copiando a Bernardo de Chartres, quien lo precedió en cinco siglos).

Desde la Antigüedad hasta ahora son muchos los científicos admirables que, cada uno en su época, han impulsado avances extraordinarios. No todos les propusieron a sus gobiernos la construcción de la bomba atómica, ni todos tuvieron mezquinas y escabrosas relaciones con sus parejas, como Einstein. Pero, eso sí, muchos profesaron una creencia sobrenatural, y otros, no. Porque eso no depende del conocimiento científico ni del raciocinio, sino de factores emocionales.

Por eso en términos espirituales (bien aplicada la palabra, en este caso) tengo otros héroes, y no van a ser los amanuenses y arribistas de “Tiempo Argentino”, ¡justamente!, los que me van a indicar el camino correcto.

¡Antes larguen el queso, tinterillos, para que podamos empezar a hablar!


*http://tiempo.infonews.com/notas/madre-de-las-madres
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Lapsus insuperable

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Cantito en los actos kirchneristas:

"Néstor no se murió, Néstor no se murió, Néstor vive en el pueblo, la puta madre que lo parió": fuerte, pero correcta autocrítica.

Pero hubo un lapsus insuperable

Cuando hay una tensión muy grande entre lo reprimido y lo manifiesto, las dinámicas inconscientes pueden aflorar en lapsus linguae, actos fallidos u olvidos.

El peronismo —tal como se presenta en su relato o como se lo ofrece a los sectores más desfavorecidos de la población— es una completa y diametral impostura: no es la ideología y la fuerza política que pretende terminar con la injusticia, sino la que procura asegurarla y perpetuarla mediante oportunas adecuaciones coyunturales.

Por lo tanto, la mentira de lo que se dice y el deseo de lo que se calla llevan al partido de Perón y Evita a un conflicto superlativo.

No es de extrañar, entonces, que en el período en el cual la lucha de clases en la Argentina alcanzó su nivel máximo —los ‘70— en el peronismo se haya dado el mayor lapsus de que yo tenga noticia y, nada casualmente, tampoco, en el sector con mayores contradicciones: la llamada “izquierda peronista”. El cantito que los identificaba era este:

Perón
Evita
La patria socialista

Sáquenle pelusa.
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viernes, 2 de diciembre de 2011

Un Unicornio Azul transparente

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“El Unicornio Azul” se llama la “whiskería” de la cual escapó épicamente la mujer a la cual hice referencia. ¿Por qué es transparente, y qué es lo que se trasparentó?

Veamos: 1) la mujer debió caminar varias horas; 2) ya en Córdoba, en la casa donde pidió ayuda, tuvo que explicar de modo convincente cuál era su situación; 3) de ahí, trasladarse a la comisaría de Cruz Alta; 4) volver a explicar todo, con más detalle; 5) entonces, la policía sustanció la denuncia en forma de sumario; 6) se debió encontrar un juez en un día feriado; 7) este, imponerse de la situación; 8) dictar, el juez, una orden de allanamiento y reunir el personal para realizarlo; 9) trasladarse a Arteaga, disponer el operativo para evitar la fuga de los sospechosos y allanar.

En algún lugar se ha dicho que esto insumió unas doce horas. Es creíble.

¡Y cuando ingresan al prostíbulo encuentran a los sospechosos en el mejor de los mundos: no habían sacado a las otras cautivas, ni las armas, ni la droga, ni el dinero! ¿Qué significa esto?

¿¿¿QUÉ SIGNIFICA ESTO, REPITO???

Que los tipos estaban tranquilos, confiados en una estructura de impunidad que los protegía. Todo el preparativo que habrán hecho tras la fuga de la cautiva es preparar los rebenques y las manoplas para darle una paliza terrible cuando la policía la trajera.

Pero el juez no llamó a la comisaría de Arteaga y dijo “allanen tal lugar, porque tengo en mis manos tal denuncia”: no levantó la perdiz.

Por el contrario, convocó a un policía decente, del cual estaba seguro que no avisaría a los de Arteaga que se les venía la noche, y el procedimiento se realizó con sigilo y para sorpresa de los tratantes, que confiaban en la red que tutela su actividad.

Un parrafito para los “usuarios”

Y esto hay que decirlo, los usuarios de los prostíbulos no son marcianos que bajan de sus platos voladores y desconocen por completo la trastienda del negocio, cómo operan los dueños y qué papel juegan la policía y demás para que la actividad se realice sin tropiezos.

En general, a los clientes —el nombre correcto es “prostituyentes”— todo lo que les interesa averiguar es si “está Fulana” o si “hay chicas nuevas”. Pero eso no significa que no sepan.

Me explico: en zonas aisladas donde hay una gran cantidad de trabajadores (un obraje, una mina, una cosecha) el sistema puede ser una mujer en una casilla (o más de una mujer/casilla) y una cola de hombres esperando ¿satisfacerse?

Pero en las llamadas “whiskerías” no es así: hay otra sociabilidad; hay conversación con los regenteadores y con las “chicas” que están “desocupadas”. Y en un pueblo pequeño (pongamos como ejemplo Arteaga, 3.000 habitantes) todo se rumorea, todo se sabe, y a las novedades que pudiera haber se las exprime hasta sacarles todo el jugo.

O sea: los prostituyentes saben cómo es la historia, incluso porque las cautivas —con infinitas precauciones, no vaya a ser que el tipo resulte amigo del dueño— llegan a insinuar a algún usuario que no están allí por gusto, lo cual en algunos raros casos —denuncia de este mediante— ha determinado la intervención de las autoridades y su liberación.

Conclusión: no sólo hay que cambiar a la policía, y a las instituciones judiciales y políticas cómplices del crimen de la trata: tenemos que cambiar esta sociedad en la cual también los de a pie solemos hacernos un festín con el caído.
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