miércoles, 16 de abril de 2014

“Mérito santificante de la magnitud”, decía Ambrose Bierce*


Argumentum populistum

Cuando les conviene, los populistas hacen gala de los que participan: por ejemplo, la cantidad de gente que sale de vacaciones. Pero cuando es en su contra —una marcha, o una huelga— cuentan a la gente que NO adhirió.
 

Refiriéndose a la multitud que congregó la presentación del Indio Solari en Gualeguaychú el sábado 12, dijeron en “Madafaka” (Radio Cooperativa, AM 770, 15-4-14, 22.50 horas): “Que se traslade tanta gente para ver a una persona, merece respeto”.

Aplicando el mismo razonamiento, si millones y millones sostuvieran que el Sol gira alrededor de la Tierra, ¿merecerían respeto? Y si un aislado opositor se enfrentara a ellos sosteniendo lo contrario, ¿debería ser quemado vivo? ¿O todos merecerían respeto, y lo que habría que examinar es el mérito intrínseco de sus respectivas creencias? Y, en este caso, ¿qué validez tendría el argumento cuantitativo —tal como lo utilizaron en “Madafaka” y lo utiliza el populismo (cuando le conviene)— de reclamar respeto para los peregrinos a Gualeguaychú, porque eran muchos?

Obviamente, estas líneas no pretenden internarse en la evaluación de las calidades artísticas, políticas y éticas de Solari. Solo quieren llamar la atención sobre las debilidades del argumentum populistum utilizado en favor de las misas, el cual es empleado en el sentido inverso cuando la realidad no es del gusto de quienes suelen valerse de él. Por ejemplo: "¿Solo doscientas mil personas fueron a su recital? Eso quiere decir que 39.800.000 lo repudiaron".


* Filibustero, s. Pirata de poco bordo, cuyas anexiones carecen del mérito santificante de la magnitud (“Diccionario del Diablo”).
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