miércoles, 15 de junio de 2016

El negocio posta, hoy, es poner una APF


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Alguien ya vio el filón antes

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Ojo: "asociación privada de fieles" (APF) no significa que no tenga fieles, sino que tiene pocos, pero muy selectos y muy fieles. Tanto, que son capaces de ir a la madrugada a tirarle por sobre el cerco bolsas con dinero, con mucho dinero.

El Monasterio Nuestra Señora del Rosario de Fátima de General Rodríguez —que en un predio de una manzana alberga a tres monjas orantes y penitentes—, adonde José López llevaba sus piadosas limosnas, es, según el arzobispo de la diócesis respectiva, una asociación privada de fieles que se rige por un gobierno autónomo. Ergo, la Iglesia (institucionalmente) está al margen de su funcionamiento.

Si uno observa las fotos actuales del tal monasterio ve que todo está hecho un primor: los edificios, los jardines, el cerco perimetral. Eso cuesta plata, y me da por pensar que ese gasto no es para que tres monjitas anónimas vivan en una finca idílica.

Si el lugar, como perteneciente a un culto, no paga impuestos (y quizá tampoco tasas ni servicios), ya mismo declaro como sede de una APF a mi modesto departamento. Si pagara impuestos, y le sumamos el mantenimiento, alguien está poniendo ahí una bocha de dinero.

Algo me dice que no debe de ser mal negocio.



@juandelsur2

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