lunes, 4 de mayo de 2015

¿Qué dirán los mujiquistas, a todo esto?

 
El viejo tupamaro indigno

Esta mañana, en una movida claramente organizada, Mujica conversó telefónicamente, una tras otra, con numerosas radios de la corpo. Me refiero, claro, a la corporación mediática en la cual el oficialismo derrocha nuestros dineros.
 
En internet se pueden leer unas cuantas reseñas de esos reportajes, así como también pueden oírse algunos de los respectivos audios, los cuales es útil atesorar porque estos personajes al cabo de un tiempo niegan lo que han dicho o argumentan que ha sido sacado de contexto.

Todas las charlas, de tono sumamente amistoso (empalagoso, vamos), tuvieron como ejes la reivindicación de la persona y de la gestión de la presidenta, así como la afirmación del destino común de Uruguay y la Argentina, sobre la base de su identidad y sus intereses compartidos.

Sin embargo, el diálogo con Luis Novaresio*, de Radio La Red, para mi gusto dejó las definiciones más sazonadas. Menciono solo dos de las que merecen buscarse en los dieciocho minutos de la grabación: la cuestión de las pasteras, y el perdón a los militares asesinos y torturadores.
 
Pero el pasaje que fundamentalmente me interesa destacar a mí es este:

Novaresio - Permítame la metáfora, señor presidente Mujica, pero, si usted fuera argentino, ¿sería kirchnerista?

Mujica - Si fuera argentino sería peronista, no tenga duda. Porque la política se hace dentro del peronismo, me parece a mí. La rama en la que estaría, no sé. Este..., pero porque el peronismo no es una ideología; me doy cuenta que es un formidable sentimiento.

Repasemos el credo de Mujica:

a)     “Sería peronista”, lo cual equivale a decir que lo es, porque los intereses del partido de Perón y Evita son comunes a todas las burguesías trepadoras y contrarrevolucionarias del mundo;

b)     Se aviene a hacer política dentro de los límites que demarca ese conglomerado de burgueses, arribistas y desclasados, donde siempre va a estar en minoría y como de visita;

c)      El matiz diferencial, lo que hace al peronismo más apreciable... es que no es una ideología, sino un “formidable sentimiento”.

Quizás alguna vez examine nuevamente estos postulados (lo vengo haciendo desde hace muchos años), pero, por ahora, me gustaría enterarme de que otras personas los encuentran igualmente aberrantes.


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