miércoles, 7 de mayo de 2014

Sandra al Bailando

(O qué resulta de peronismo + Tinelli)

Sandra al Bailando

No tengo TV, y si tuviera, jamás miraría a Tinelli.
O sea, yo podría ignorar a Tinelli.
Pero no puedo.
Porque el programa de Tinelli es el preferido de LAGENTE.
Así como el peronismo es el cauce ideológico preferido por LAGENTE.
Tinelli construye la sensibilidad, la ética, la estética y los valores sociales de LAGENTE (por ejemplo, los que orientan el comportamiento en relación con las cuestiones de género).
Vivimos en un país tan tinellizado como peronizado: es devastadora la sinergia que esas tensiones tienen sobre/contra nosotros, aunque —aparentemente— a veces no coincidan.
Ambos —peronismo y Tinelli— estimulan  comportamientos inescrupulosos, brutales, soeces. Ambos exhiben un respeto cerval —y, a la vez, canalla— hacia las supersticiones religiosas, particularmente hacia la católica.
La sociedad se degrada. Su pan de cada día la envilece.
No en bloque, por suerte: aquí y allá se mantienen, contra viento y marea, los rescoldos de otros modos de afrontar los desafíos de vivir y convivir.
Surgen resistencias.
Esto pasará, sin duda. Y más rápido cuanto más hagamos para lograr arrancarles las máscaras.
Al peronismo.
Y a Tinelli.



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