martes, 11 de marzo de 2014

Krisabelita: capitalismo MUY serio

Gajes de un (muy serio) capitalismo

Editorial de “Sudestada” de marzo

5 de marzo de 2014

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Último momento. Se habría revelado una novedad extraordinaria: las corporaciones especulan, los empresarios sólo se preocupan por multiplicar sus ganancias, la patria financiera juega a los dados con la moneda para sacar ventaja, los dueños del agronegocio pretenden seguir expandiendo sus fronteras, los saqueadores de recursos naturales no se detienen a revisar el daño ambiental que provocan, las multinacionales carecen de sensibilidad social y a los ambiciosos industriales no les suena el término “equidad”. 
Escuchar una y otra vez a los medios orgánicos al proyecto de gobierno es un ejercicio tan necesario como extraño: protestan, reclaman, se quejan. Al parecer, después de meticulosas investigaciones de campo, han descubierto ciertos gajes de ese “capitalismo en serio” que anhelan como máximo objetivo ideológico. Vaya sorpresa se han llevado los punteros del aparato, que recién nomás llegaron a posiciones de gobierno. 
Claro que a la hora de explicar las razones de una devaluación que perjudica directamente el bolsillo de los trabajadores, prefieren cambiar de tema y denunciar enfáticamente a los formadores de precios. Todo parece indicar que el secreto del éxito para un plan económico radica en el espíritu solidario y asistencial de la burguesía. La contraparte necesaria para el triunfo del brillante plan engendrado por los cráneos del modelo es que los millones de trabajadores que han visto pulverizado su salario con la escalada inflacionaria comprendan que ahora no se les puede exigir demasiado a los señores patrones, ni mucho menos inquietar con exigencias desmedidas a los empleados cumplidores de la burocracia sindical. 
Es que se trata de un momento delicado, pero todo puede solucionarse con la buena voluntad de un puñado de especuladores y explotadores, y la comprensión paciente de millones de explotados y oprimidos en todo el país. Nada más sencillo que apostar a la conciliación entre estos sectores para ganarse la llave hacia un futuro venturoso, donde la retórica alcance para cargar la Sube cada tanto y los anuncios de campaña permitan acomodarse cómodamente en los vagones del Roca y del Sarmiento para llegar al trabajo sano y salvo. ¿Cómo es que después de varios siglos de capitalismo no fuimos capaces de advertir tamaña maravilla?
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http://www.democraciasocialista.org/?p=2601
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