viernes, 26 de abril de 2013

Extraños amaneceres 2

Cámara nueva. Nuevos amaneceres.
Pero la cosa no mejora.

21-4-13. Foto: Juan del Sur.
(Clic en la foto para ampliar.)
.

¡Viva la TV!

El Enmascarado desenmascarado
Televisa, a las puertas de la Universidad del Estado de Morelos, realizó un reportaje a un encapuchado que se asumía como uno de los ocupantes de la Torre de la Universidad.
Pero los verdaderos ocupantes lo repudiaron, lo señalaron como infiltrado y terminaron sacándole la capucha: era un reportero de la propia Televisa que, en combinación con el gobierno del PRI (el peronismo mejicano), intentaba desprestigiar la movida estudiantil.
Me asombró que no le pegaran unas patadas en el traste, aunque sea simbólicas. Claro que, bien mirado, las patadas no habría que dárselas a ese infeliz, sino a otros de mucho más arriba.
Video de cuando lo desenmascaran, tomado por otra televisora:


¡Pos, no seas pinche pendejo, cabrón!
.

lunes, 15 de abril de 2013

Horóscopos: dolosos


Horroróscopos

¡Qué casualidad!: el sábado 13 publiqué lo de los horóscopos y hoy lunes 15 en Lanata Sin Filtro tocaron ese tema. Fernández Díaz habló de una compañera periodista, en una revista de allá por los años 80, a la cual le dieron a escribir el horóscopo y ella lo usaba, al principio, para manipular la vida de los compañeros, y después para  tratar de que un jefe del cual se había enamorado le diera bolilla.
 
Lanata, a su vez, contó que, en un medio donde trabajaba, la afamada astróloga que escribía los horóscopos los dejó hechos para el tiempo en que se ausentó por vacaciones, pero en la redacción perdieron el dato de las fechas en que debían ser publicados. Entonces la buscaron febrilmente hasta que la encontraron en un lugar remoto. Le contaron lo que había pasado y ella les dijo “es lo mismo, publíquenlos en cualquier orden”.

 Este horóscopo está bastaaante acertado. 
 .

sábado, 13 de abril de 2013

Horóscopos: ¡qué tiempos aquellos!


Los mejores horóscopos de plaza

En el medio de prensa donde yo trabajaba a veces sucedía que el encargado de confeccionar el horóscopo no lo enviaba a tiempo, o se traspapelaba, o surgía cualquier otro inconveniente que impedía disponerlo antes del cierre. Si el apuro no daba otra opción, se buscaba un horóscopo de meses atrás y las predicciones se redistribuían a signos distintos de los originales. Pero si disponíamos de un rato... ¡ah, entonces lo hacíamos entre todos: siete u ocho personas lanzando y debatiendo ideas para hacer un buen producto; una fiesta! Eran momentos muy apreciados, de alta excitación, en los cuales dábamos rienda suelta a nuestra imaginación, aunque sometida a estos parámetros: que se pareciera al estilo habitual del horóscopo, que no fuera categórico, y que no pudiera ser dañino para alguna persona crédula.

Esto no hacíamos; no éramos tan zarpados (clic sobre la imagen para ampliarla). Fuente: thewayfarer.org

En ese marco, uno de los sesgos habituales era ser gancheros: Sagitario: Descubrirá cerca de usted grandes afinidades con alguien de Tauro: no deje de explorarlas. Y en Tauro: ...signos compatibles: Aries y Sagitario.
Nosotros no predecíamos el futuro de los lectores: lo regíamos. ¡Cuántas parejas nos deberán su felicidad (o su infelicidad)!: éramos como dioses.
Bah: o casi.
.


viernes, 12 de abril de 2013

Quieren embrutecernos

"Dos formaciones quedaron varadas entre Tribunales y 9 de Julio"



Así dice, en el copete y en el texto, una nota de "Perfil"*. Si dos formaciones de subte "quedaron varadas" es porque no había una suficiente profundidad del agua para el calado de los vagones. O quizás es porque el redactor es bruto, y/o el diario nos quiere embrutecer. No se debe decir que las formaciones quedaron varadas, como no se debe decir que encallaron, o que capotaron, o que tartamudearon. Salvo en lenguaje literario, que no es este el caso. Debió decir que las formaciones quedaron "detenidas", "paradas", "inmovilizadas", "paralizadas".
Lo que antecede es solo un pretexto para señalar un mal que se generaliza. Si se utilizan las palabras impropiamente, se las pierde para designar con precisión el asunto específico al que se refieren. Cuando esto se hace masivamente, sobre todo en los medios de comunicación, socialmente el pensamiento se empobrece, pierde fineza, y por lo tanto, capacidad para descifrar la realidad y poder para actuar sobre ella: ¿es eso lo que quieren? 
Creo que sí.

*  http://www.perfil.com/contenidos/2013/04/11/noticia_0033.html
 
.

miércoles, 10 de abril de 2013

Habemus un Papa segregacionista

El Papa envió una Bendición Apostólica al CASLA y al “pueblo azulgrana”

Imágenes integradas 1

Si las religiones no fueran tan dañinas socialmente, y tan destructivas de la psiquis y la ética de las personas, serían chistes de inagotable comicidad. Pero no son chiste, y ahí está el problema.

Veamos: ahora se ha dado a publicidad una carta que, en su carácter de Sumo Pontífice (Pontifex Maximus, supremo puente entre los hombres y los poderes celestiales), Francisco le envió al presidente de San Lorenzo de Almagro el 20 de marzo, la cual concluye en estos términos: “...a la vez que ruego que rece Usted por mí, le imparto con afecto la Bendición Apostólica, que de corazón hago extensiva a los demás directivos, al cuerpo técnico, a los jugadores y a todo el pueblo azulgrana”.

Consideremos estos dos aspectos: Si la Bendición Apostólica (BA) significa para sus destinatarios un beneficio o gracia especial, está claro que constreñirla a algunos implica excluir a otros.

Y también: ¿el Papa tiene que hacer mucha fuerza para poder expeler una bendición? ¿Le lleva mucho tiempo, le exige mucha concentración? ¿Hay un costo económico? Este esfuerzo, esta concentración, esta demanda de tiempo y estos costos, ¿son mayores, cuanto más gente es la destinataria?

Juntemos ambas cosas: si a) la BA significa un beneficio para los destinatarios, aunque este opere solo en cuestiones religiosas, y b) la amplitud del conjunto favorecido no conlleva un esfuerzo proporcional, ¿por qué incurrir en segregación, en exclusión de algunos, sean estos muchos o pocos?

O sea, si en el ámbito de la superstición católica recibir una BA es una adquisición valiosa, ¿cómo se justifica otorgarla, en nombre de Dios, a los afines con una determinada camiseta, y negarla a todos los demás? ¿Por qué no una BA para Aldosivi, Flandria e Independiente de Avellaneda? ¿Y para Botafogo y el Dínamo de Kiev? ¿Y para los maniseros de Medellín y las maestras de Tacuarembó?

No le busque racionalidad ni justicia: es religión. Con estas cosas se hace la cabeza de millones de personas.

Que después andan pidiendo milagros.

domingo, 7 de abril de 2013

Quieren desprestigiar la causa de "Justicia por Fuentealba"

Malignos (o imbéciles), logran lo contrario de lo que dicen querer

.
Sobisch —o algún otro canalla— quiere desprestigiar la causa de "Justicia por Carlos Fuentealba" y manda arruinar las pantallas con información destinada a ciudadanos y visitantes, a sabiendas de que esas acciones no producen en quien las ve otra cosa que rechazo. O quizá no: quizá no sean saboteadores infiltrados, sino imbéciles muy dañinos. De todos modos, estemos atentos para desenmascarar a los que realizan estos estropicios contra los bienes públicos que, en el plano material, pagamos de nuestro bolsillo, y en el terreno ideológico desacreditan nuestros planteos.

sábado, 6 de abril de 2013

Francisco, levantate que se te ve el plumero



«No consiste la piedad en dejarse ver a cada instante, velada la cabeza, vuelto hacia una piedra, ni en acercarse a todos los altares, ni en tenderse postrado por el suelo y extender las palmas hacia los santuarios divinos (...) sino más bien en ser capaz de mirarlo todo con mente serena»: LUCRECIO, De rerum natura,  V, 1119-1204.
.

lunes, 1 de abril de 2013

George Orwell escribe sobre el kirchnerismo


 Orwell (1903-1950).

No solo se le exige al miembro del Partido que tenga las opiniones que se consideran buenas, sino también los instintos ortodoxos. Muchas de las creencias y actitudes que se le piden no llegan a fijarse nunca en normas estrictas y no podrían ser proclamadas sin incurrir a grandes contradicciones con los principios mismos del Ingsoc. Si una persona es ortodoxa por naturaleza [respecto del Partido] (en neolengua se le llama piensabien) sabrá en cualquier circunstancia, sin detenerse a pensarlo, cuál es la creencia acertada o la emoción deseable. Pero en todo caso, un enfrentamiento mental complicado, que comienza en la infancia y se concentra en torno a las palabras neolingüísticas paracrimen, negroblanco y doblepensar, le convierte en un ser incapaz de pensar demasiado sobre cualquier tema.
Se espera que todo miembro del partido carezca de emociones privadas y que su entusiasmo no se enfríe en ningún momento. Se supone que vive en un continuo frenesí de odio contra enemigos extranjeros y los traidores de su propio país, en una exaltación triunfal de las victorias y en absoluta humildad y entrega ante el poder y sabiduría del Partido. Los descontentos producidos por esta vida tan seca y poco satisfactoria son suprimidos de raíz mediante la vibración emocional de los Dos Minutos de Odio, y las especulaciones que podrían quizás llevar a una actitud escéptica o rebelde son aplastadas en sus comienzos, antes de asomar a la consciencia, mediante la disciplina interna adquirida desde la niñez.
La primera etapa de esta disciplina, que puede ser enseñada incluso a los niños, se llama en neolengua paracrimen. Paracrimen significa la facultad de parar, de cortar en seco, de un modo casi instintivo, todo pensamiento peligroso que pretenda salir a la superficie. Incluye esta facultad la de no percibir las analogías, de no darse cuenta de los errores de lógica, de no comprender los razonamientos más sencillos si son contrarios a los principios del Ingsoc y de sentirse fastidiado e incluso asqueado por todo pensamiento orientado en una dirección herética. Paracrimen equivale, pues, a estupidez protectora.
Pero no basta con la estupidez. Por el contrario, la ortodoxia en su más completo sentido exige un control sobre nuestros procesos mentales, un autodominio tan completo como el de un contorsionista sobre su cuerpo. La sociedad oceánica se apoya en definitiva sobre la creencia de que el Gran Hermano es omnipotente y de que el Partido es infalible. Pero como en realidad el Gran Hermano no es omnipotente y el Partido no es infalible, se requiere una incesante flexibilidad para enfrentarse con los hechos. La palabra clave de todo esto es negroblanco.
Como tantas palabras neolingüísticas, ésta tiene dos significados contradictorios. Aplicada a un contrario, significa la costumbre de asegurar descaradamente que lo negro es blanco en contradicción con la realidad de los hechos. Aplicada a un miembro del Partido significa la buena y leal voluntad de afirmar que lo negro es blanco cuando la disciplina del Partido lo exija. Pero también se designa con esa palabra la facultad de creer que lo negro es blanco, más aún, de saber que lo negro es blanco y olvidar que alguna es se creyó lo contrario. Esto exige una continua alteración del pasado, posible gracias al sistema de pensamiento que abarca todo lo demás y que se conoce con el nombre de doblepensar.
[…]
Doblepensar significa el poder, la facultad de sostener dos opiniones contradictorias albergadas a la vez en la mente. El intelectual del Partido sabe en qué dirección han de ser alterados sus recuerdos; por tanto, sabe qué está trucando la realidad; pero al mismo tiempo se satisface a sí mismo por medio del ejercicio del doblepensar en el sentido de que la realidad no queda violada. Este proceso ha de ser consciente, pues, si no, no se verificaría con la suficiente precisión, pero también tiene que ser inconsciente para que no deje un sentimiento de falsedad y, por tanto, de culpabilidad.
El doblepensar está arraigado en el corazón mismo del Ingsoc, ya que el acto esencial del Partido es el engaño consciente, conservando a la vez la firmeza de propósito que caracteriza a la auténtica honradez. Decir mentiras a la vez que se cree sinceramente en ellas, olvidar todo hecho que no convenga recordar, y luego, cuando vuelva a ser necesario, sacarlo del olvido sólo por el tiempo que convenga, negar la existencia de la realidad objetiva sin dejar ni por un momento de saber que existe esa realidad que se niega…, todo esto es indispensable.
Incluso para usar la palabra doblepensar es preciso emplear el doblepensar. Porque para usar la palabra se admite que se están haciendo trampas con la realidad. Mediante un nuevo acto de doblepensar se borra este conocimiento; y así indefinidamente, manteniéndose la mentira siempre unos pasos por delante de la verdad. En definitiva, gracias al doblepensar ha sido capaz del Partido y seguirá siéndolo durante miles de años de parar el curso de la Historia.
[…]
Esta peculiar trabazón de elementos opuestos conocimiento con ignorancia, cinismo con fanatismo es una de las características de la sociedad oceánica. La ideología oficial abunda en contradicciones incluso cuando no hay razón alguna que las justifique.
[…] 
Sistemáticamente socava la solidaridad de la familia y al mismo tiempo llama a su jefe supremo con un nombre que es una evocación de la lealtad familiar. Incluso los nombres de los cuatro ministerios que los gobiernan revelan un gran descaro al tergiversar deliberadamente los hechos. El Ministerio de la Paz se ocupa de la guerra; el Ministerio de la Verdad, de las mentiras; el Ministerio del Amor, de la tortura, y el Ministerio de la Abundancia, del hambre.
Estas contradicciones no son accidentales, no resultan de la hipocresía corriente. Son ejercicios de doblepensar. Porque sólo mediante la reconciliación de las contradicciones es posible retener el mando indefinidamente. Si no, se volvería al antiguo ciclo. Si la igualdad humana ha de ser evitada para siempre, si los Altos, como los hemos llamado, han de conservar sus puestos de un modo permanente, será imprescindible que el estado mental predominante sea una locura controlada.

George Orwell (1903-1950) - Extractos de "1984".


Guerra - Mark Twain


Mark Twain en 1867.
...

—No me  gustó oír llamar a nuestra raza “rebaño de borregos”, y dije que no creía que lo fuésemos. 

—Y, sin embargo, corderito, eso es cierto —dijo Satanás—. Fíjate bien, durante una guerra, ¡qué borregos y qué ridículos sois!

—¿En la guerra? ¿Y cómo así?

—Jamás hubo una guerra justa, jamás hubo una guerra honrosa, por la parte de su instigador. Yo miro en lontananza un millón de años más allá, y esta norma no se alterará ni siquiera en media docena de casos. El puñadito de vociferadores (como siempre) pedirá a gritos la guerra. Al principio (con cautela y precaución) el púlpito pondrá dificultades; la gran masa, enorme y torpona, de la nación se restregará los ojos adormilados y se esforzará por descubrir por qué tiene que haber guerra y dirá con ansiedad e indignación: “Es una cosa injusta y deshonrosa, y no hay necesidad de que la haya”. Pero el puñado vociferará con mayor fuerza todavía. En el bando contrario, unos pocos hombres bienintencionados argüirán y razonarán contra la guerra valiéndose del discurso y de la pluma, y al principio habrá quien los escuche y los aplauda, pero eso no durará mucho; los otros ahogarán su voz con sus vociferaciones y el auditorio enemigo de la guerra se irá raleando y perdiendo popularidad. Antes de que pase mucho tiempo verás este hecho curioso: los oradores serán echados de las tribunas a pedradas, y la libertad de palabra se verá ahogada por unas hordas de hombres furiosos que allá en sus corazones seguirán siendo de la misma opinión que los oradores apedreados (igual que al principio), pero que no se atreverán a decirlo. Y, de pronto, la nación entera (los púlpitos y todo) recoge el grito de guerra y vocifera hasta enronquecer, y lanza a las turbas contra cualquier hombre honrado que se atreva a abrir su boca; y finalmente, esta clase de bocas acaba por cerrarse. Acto continuo, los estadistas inventarán mentiras de baja estofa, arrojando la culpa sobre la nación que es agredida, y todo el mundo acogerá con alegría esas falsedades para tranquilizar la conciencia, las estudiará con mucho empeño y se negará a examinar cualquier refutación que se haga de ellas; de esa manera se irán convenciendo poco a poco de que la guerra es justa y darán gracias a Dios por poder dormir más descansados después de este proceso de grotesco engaño de sí mismos.

El forastero misterioso (1916).