El viejo
truco de las metáforas
Los
oscurantistas por ahora van ganando la batalla porque son un gran negocio:
económico e ideológico. Basta entrar en una librería para notar en las
estanterías la enorme desproporción entre el volumen de sus publicaciones y el de los libros serios.
Hombres de fe atormentando con metáforas a un hereje.
En los últimos días, y hoy, sobre
todo, los propagandistas de las predicciones mayas se han acordado de que eran
metafóricas: el viejo cuento de todas las supersticiones —empezando por la más
extendida, la cristiana— cuando sus embustes quedan al descubierto. Pero cuando
unían el poder ideológico con el poder político no interpretaron su pensamiento
de modo metafórico, sino con alcance absolutamente literal y concreto: quemaban
y torturaban para sostener sus imposturas. ¡Por favor, cuánta mala fe tienen
los místicos!
El 21D no es literalmente el fin
del mundo, dicen, sino un “cambio de era”. ¿''Cambio de era''?: saben que la
generalidad de las personas huye del conocimiento de la realidad y, por lo
tanto, de la responsabilidad acerca de sus propios actos, o sea que están
predispuestas a que las soluciones les vengan desde fuera. A ver, ¿qué quiere
decir ''cambio de era''? ¿Cambiamos todos en bloque? ¿Cambian los sistemas
políticos y económicos, cambian las leyes de la causalidad y de la lógica? ¿Se
acaba la injusticia? ¿Qué pasa si cambia la era, pero los humanos no cambiamos,
y seguimos aferrados a nuestro egoísmo y nuestros miedos? ¡Cuánto macaneo
vestido con el ropaje de la “espiritualidad”!
Describen al 21D como “una gran
oportunidad para transformar nuestra conciencia”: eso es pura ignorancia y
misticismo. Todas las fechas, ¡más, cada segundo de nuestras vidas! es una gran
oportunidad para superarnos. Si esperamos una señal externa ya empezamos muy
mal.
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