lunes, 29 de junio de 2009

Bastante asquerosito


Fernando Bravo, Alejandra Peñalva y Omar Lavieri contaron hoy en su programa cómo festejaban ayer cuando Estados Unidos le ganaba a Brasil en la Copa Confederaciones, y su frustración cuando nuestros vecinos dieron vuelta el resultado. Lavieri, que fue autoridad de mesa, añadió que él escuchaba el partido y hacía de amplificador hacia las otras mesas, que aplaudían los goles yanquis. ¿Por qué sería?: ¿por rendida admiración a la tradicional escuela de buen fútbol estadounidense? ¿Por simpatía con un país campeón en invasiones, marines y bombardeos? ¿O sería acaso complejo de inferioridad, indisimulable rencor o pura y cochina envidia?
A usted, ¿qué le parece?

Entre lo horrible, lo curioso


Siete boletas llevaron una misma lista de candidatos a legisladores de la Ciudad de Buenos Aires —encabezada por Alfredo Reto, en letras bien grandes—, o sea que eligieron su figura para arrastrar el voto de los vecinos.
Que me perdone Reto mi ignorancia, pero no lo saco: ¿nos conocemos de algún lado?
Claro que a partir de ayer algo sé de Reto, porque una de las siete es la del Modín: está bien que la casi totalidad de las boletas —en especial las que sacaron muchos votos— son horribles, pero la del Modín es más horrible, si cabe.
Lo curioso, aparte de que siete partidos lleven la misma lista de candidatos a legisladores dispersa en siete boletas, es que dos de ellas, la 289 y la 296, tienen también idénticos candidatos a diputados nacionales: ¡todo igual!; la única diferencia es el nombre del partido. Que alguien me explique esto antes de que me reviente la croqueta.

miércoles, 24 de junio de 2009

"Miyel Bayelé en Wáyinton"


Sobre esta noticia, así pronunciada, se basó el comentario de Jorge Elías esta mañana en Radio Continental. Su colega en el mismo programa Daniel López nos ha recordado varias veces que "Miyel Bayelé fue detenida y torturada tras la caída de Ashende".
Además:

—En una propaganda grabada invitan a un "you" en San Juan y Boedo.
—El pronosticador de la radio dice: "Pilcomasho: ashí va a seguir la shuvia, aunque sha disminushó".
—Nos cuentan que "Yakira estuvo con la presidente".
Etcétera.

Estos trastrocamientos y barbarismos fonéticos se llaman "metaplasmos", y consisten en agregar, quitar o alterar las letras en una palabra. De ellos habría que excusar a quienes tienen un defecto foniátrico por el cual no pueden pronunciar algún sonido, como, por ejemplo, el "sh". Desde ya, emplear como locutor a alguien con este problema sería tan incomprensible como contratar a un pintor ciego o, cuanto menos, daltónico. Pero no se trata de eso en quienes están ante los micrófonos de Continental: hace unos años era sólo Daniel López y alguno más, pero ahora la peste ha corrido en esa radio y cuesta encontrar a alguno —si lo hay— que no trueque los sonidos de la "ye" y la "sh". Y se trata de pura idiocia, ya que pueden pronunciar perfectamente el sonido "sh", como lo demuestran cuando dicen "cashe" (por "calle"), o "sho" (por "yo"). Es debilidad mental, necedad, y un necio no debiera estar en un lugar formador de opinión pública... salvo que se quiera entontecernos.
A las señoras y señores que han tenido que abandonar sus estudios tempranamente, y han completado su cultura oyendo la radio y viendo televisión (o sea, se han embrutecido e idiotizado en grado terminal), los programas de Magdalena y Víctor Hugo les parecen admirables y proclaman la alta calificación intelectual de los conductores y sus equipos: doy fe, porque se los oigo decir vuelta a vuelta. En realidad, pobrecitos, no hacen sino repetir aquello de lo que la misma radio alardea, en todos sus programas: lo capos y brillantes que son y su prolijo cuidado y respeto por el idioma (dime de qué te jactas y te diré de qué careces).
Si la Radio Continental fuera un referente cultural, sería hora de cazar un bufoso y chau. Porque la propia página de inicio del sitio web de la radio (http://www.continental.com.ar/) demuestra que no saben siquiera cómo se llama su personal. Así, anuncian "La Mañana, con Victor Hugo Morales", o a "Nestor Clivati", o a "Angels" Barceló la llaman así, o "Ángels", a tres centímetros de distancia.
No se crea que todo se reduce a tildes (acentos) o vicios de dicción. Eso es apenas uno de los síntomas. Los que hacen la radio, además de haber virado bien a la derecha en estos últimos tiempos —y más, si cabe, con la incorporación de Fernando Bravo y Paulino Rodríguez— tienen un revoltijo mental que es funcional a ese viraje. Por ejemplo, Víctor Hugo dice "insólito: se ha cortado la comunicación, esto suele pasar"; Daniel López, que Fulano está "internado con riesgo de vida", y también que "en la caricatura de Sábat, Massa se está tirando a una pileta absolutamente vacía que tiene apenas un charquito de agua"; Jorge Forbes, desde París, que "el embajador se hizo presente en la presentación, que contó con la presencia de muchas empresas, que presentaron..." (y así, durante un minuto y medio o dos, en los cuales dijo "presente", "presencia", "presentar", "representante", y otras variantes de la misma raíz decenas de veces), y la experta leguleya Cintia (o como se escriba) García, ventosea "plesbicito" y "ad joc".
No sé, capaz que estoy exagerando. Mejor, ya que es la hora, me pongo a escuchar el noticiario de la radio. A ver:

"Un ciclista fue atropellado por un vehículo; éste resultó gravemente herido."

Ah.

sábado, 20 de junio de 2009

Democracia muy curiosa


Dice Vicente Romano que si es cierta la afirmación de los fabricantes de opinión y de los medios públicos de información, de que vivimos en una democracia, resulta entonces que los trabajadores —asalariados y autónomos— y los pequeños empresarios han decidido renunciar conscientemente a casas cómodas, instalaciones recreativas, buenos transportes, hospitales y escuelas, y ceder, en cambio, unos cuantos billones a los monopolios y los grandes empresarios para que los destinen a bienes suntuosos, ostentación y consumos que derrochan bienes no renovables y deterioran el ambiente.
(Bueno, ¡también, si le va a andar buscando el pelo al huevo...!)

Tévez no aceptó


Carlos Tévez rechazó la propuesta del Manchester United de firmar un contrato por cinco años y treinta millones de euros.
El suspiro de alivio de los dirigentes hizo volar techos y derribó árboles en un radio que abarcó Inglaterra hasta más allá de Birmingham, y parte de Escocia y Gales.

martes, 16 de junio de 2009

La matraca


Cuenta la leyenda que un cazador que andaba por la selva africana vio en las ramas de un árbol a un gigantesco simio que descansaba, mordisqueando indolente el tallo de una margarita.
Sin pensarlo dos veces, ya que se trataba del ejemplar más grande del que hubiera tenido noticias —una pieza récord—, alzó el arma y disparó. El gorila cayó, rompiendo ramas y haciendo estremecer el follaje cuando golpeó en el suelo. El cazador se acercó con precaución: el animal, imponente, yacía exánime. Pero cuando lo tocó, apenas, con la punta de la bota, se revolvió, lo inmovilizó con sus poderosos brazos y lo sometió sexualmente repetidas veces. Después de varias horas lo dejó libre, previo doblarle el rifle en cuatro.
Mientras convalecía en el campamento, el cazador no dejó de pensar en la derrota y en la afrenta. Por eso, en cuanto se repuso, tomó un arma de un calibre mayor y salió a buscar revancha. No tardó en encontrar al gorila, en proximidades del lugar de la primera vez, y lo derribó con un certero disparo. Pero esta vez no se confió tanto: estuvo acechando el cuerpo caído larguísimo rato, hasta convencerse de que no presentaba ningún signo vital. Sólo entonces comenzó a acercarse, hasta poder ver la horrible herida que le había causado la potente arma. Sintió orgullo y pena, a la vez. Estaba vengado. Estiró el brazo para sacarle la flor de entre los dientes, pero entonces el gorila lo abrazó y lo sodomizó reiteradamente, con el agregado de un ultraje con el rifle totalmente innecesario.
Volvió el cazador a su tienda como pudo, rumiando venganza. Si tenía otra oportunidad no se confiaría en absoluto. En cuanto estuvo recuperado se proveyó del arma más potente que pudo conseguir, con cartuchos para elefante, y fue por la revancha. Efectivamente, encontró al simio y le disparó al corazón. Un tumulto de animales huyó por la selva al oír el brutal estampido. El gorila cayó entre los matorrales. El cazador, sin acercarse, disparó otras veces al bulto hasta agotar las balas. Luego fue aproximándose en círculos cada vez más estrechos, hasta que pudo verlo: era un guiñapo sanguinolento. Tomó una rama larga y lo empujó y azuzó: lo mismo que si hubiera tocado un trapo. Lo movió con el cañón del fusil: inerte. Se inclinó para ver las terribles heridas: entonces el gorila lo aferró, le desgarró las ropas y antes de comenzar a violarlo exclamó, casi asombrado:
—¡Cómo te gusta la matraca...!

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Al cazador “le pasó” tres veces. A los que votan al peronismo (en todas sus presentaciones: jarabe, comprimidos, gotas y, la más usual, supositorios) muchas más: ¡cómo les gusta la matraca! ¡Y, pensando en el futuro, ya están preparando nuevos reciclamientos!
¡De no creer!

sábado, 13 de junio de 2009

Basura: varios temas en una sola imagen

Pobreza y desigualdad social
Trabajo infantil e informal
Consumismo desenfrenado
Disposición de los residuos inadecuada e insalubre
Invasión de envoltorios no biodegradables

miércoles, 10 de junio de 2009

¿Presidente o presidenta?

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Test oportuno

Hay un cúmulo de expresiones populares que portan en sí mismas modelos culturales o “saberes” compartidos, los cuales llenan vacíos ideológicos en sectores sociales más o menos amplios. Cuando son absurdas, o prejuiciosas, o contienen errores flagrantes, su repetición hace un trabajo de zapa sobre la conciencia y la inteligencia de sus propaladores y de los destinatarios que no las repudian. A continuación transcribo algunas frases de esas variedades nocivas (con signos de admiración, porque la tontería siempre es enfática) y una evaluación de las consecuencias derivadas de su utilización:

¡Perdido como turco en la neblina!
¡La prostitución es el oficio más antiguo del mundo!
¡Nunca es triste la verdad; lo que no tiene es remedio!
¡Lo dice la editorial de “La Nación”! (o “Clarín”, o “Pagina/12”, etc.)
¡Hay que votar al que tiene guita: ése no va a robar porque ya está hecho! (o su espejo: ¡Pobre, pero honrado!).
¡Para un argentino no hay nada mejor que otro argentino!
¡Hablá más fuerte que no te escucho! (o ¡no se escucha bien!, etc.).
¡Yo ahí voy sólo los días de semana!
¡Nos la pasamos encerrados en el hotel porque hizo un clima espantoso!
¡Es la excepción que confirma la regla!

Resultado, en función de cuántas de esas frases suele decir alguien:

Ninguna: No sé qué clase de persona es usted, pero parece que el mate le funciona, o sea que si es jodido es muy jodido, y si es solidario y buena persona es muy útil a la sociedad.

1 a 3: Está bastante bien, pero le patina un poco. Suspenda la tele y trate de ejercitar el pensamiento crítico.

4 a 6: Dígale a su maestra de primer grado que lo de la chinche en la silla fue cosa de chicos y recomience la primaria.

7 a 9: ¡Está salvado!: conductores-locutores como usted es lo que la radio y la TV están demandando permanentemente.

10: Voto cantado: usted va a votar por el kirchnerismo, De Narváez, Solanas o Reutemann. Lo cual está bien... salvo que usted sea un trabajador o un excluido.

Testimonio de un vidente

“Me llamo José, nací y vivo en Chivilcoy, Bs. As., tengo 27 años y una experiencia de las que se suelen llamar paranormales. [...] He visto duendes, espíritus, me enfrenté con una fuerza oscura cuando ya tenía 15 o 16 años, vi seres diminutos traslucidos que están en el aire (que es muy raro, hay que verlo), vi platillos voladores, el mejor fue cerca de Gral. Hacha, La Pampa.”

[Vio de todo, menos el cartel con el nombre del pueblo, y un diccionario. Pero ese plato volador de General Acha, doy fe, era “full-full”, el mejor: color metalizado, doble air bag, ABS, aire acondicionado, cierre centralizado de puertas, MP3, vidrios polarizados, escape deportivo. Una nave.]