domingo, 27 de octubre de 2019

viernes, 25 de octubre de 2019

Chile: "Nos quitaron tanto que nos quitaron hasta el miedo"


"Fuerza, Chile", no: ¡Fuerza los chilenos que reclaman!

Qué duro era soportar a los chupamedias de los explotadores cuando nos refregaban en la cara a Chile el niño modelo, el mejor alumno. Y nosotros nos quedábamos agitando en el aire los índices que lo señalaban como uno de los países con mayor desigualdad social del mundo, dato formal que la  —aparente— conformidad del pueblo (salvo los estudiantes, de a ratos) parecían convalidad en aras del “progreso” y el aumento del PBI.
Pero se acabó: los chilenos despertaron. Y atacaron con terribles armas:

«¡Si no hay pan para el pobre no habrá paz para el rico!»


«Gracias, jóvenes, por gritar lo que sus padres y yo callamos por miedo.»


«Huele a lacrimógeno. Apesta, y aunque mis ojos lloran mi alma está contenta porque también huele a esperanza.»

 Rosa está presente, cómo no.

martes, 15 de octubre de 2019

MASCARONES DE BUENOS AIRES


Alsina 2540, sin otros datos.

sábado, 12 de octubre de 2019

Colón vs. Pueblos Indígenas



Los amigos de Democracy Now! publican hoy una nota sobre el aniversario del 12 de Octubre, titulada “Adiós Colón, bienvenido «Día de los Pueblos Indígenas»”*. Les he hecho llegar el siguiente comentario:

Felicitaciones por no caer ni una sola vez en usar la malintencionada mistificación de "pueblos originarios".

Ahora bien: el tema es más complejo que el match "Colón vs. Pueblos Indígenas". Lo dice (sin querer) el concejal David Grosso, al recordar que Colón no pisó el territorio del actual Estados Unidos. ¿Fue, por eso —señor Grosso—, más benévola la suerte de los indígenas de América del Norte?

La verdad es que no hay cm² de la Tierra ni instante de la historia que haya escapado a la dinámica por la cual pueblos más numerosos, mejor organizados y con supremacía tecnológica (a veces bastó solo con que fueran más numerosos), han avanzado sobre los dominios de sus vecinos, a quienes, si tuvieron éxito, desposeyeron, sojuzgaron y, muchas veces, masacraron.

Algunos de ellos, aún hoy, hacen de estos crímenes el núcleo de su orgullo racial y religioso: por ejemplo, los judíos (cfr.  las Escrituras hebreas).

Particularmente, en América prehispánica (me refiero desde México hacia el sur, que es de donde sé un poquito más) estas guerras étnicas tuvieron una actividad frenética, lo cual justificaba que los ejércitos fueran una prioridad para los imperios y que, en las parcialidades menores, los caciques fueran los guerreros más destacados y, mejor, si se habían apuntado con la mayor cantidad de enemigos (léase vecinos) muertos (prisionero valía doble, porque se lo podía asesinar en ocasiones caras a la devoción popular).

Termino: quien escribió la nota de referencia, seguramente está pisando una porción de tierra que en los últimos treinta mil años ha sido varias veces motivo de sangrientas disputas, y en la mayoría, o en la totalidad de ellas, no estaba Colón a la cabeza de los “malos”.

Saludos,

Juan



domingo, 6 de octubre de 2019

¿Acá se probó todo, y nada funcionó?


No es algo “racial”: es cultural

En la radio leen el mensaje de un oyente:
“Acá se ha probado todo, y nada funcionó. Si en la Argentina hubiera noruegos o suecos esto sería el paraíso”.

En ese veredicto yo advierto  dos errores:

1) Acá no se ha probado TODO.

2) Si esos noruegos o suecos fueran peronistas estaríamos igual que ahora.