"De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace; ganémosla de pensamiento." José Martí.
lunes, 22 de junio de 2015
Somos personajes de La Nona
La Nona es el peronismo
Somos personajes de La Nona, de Roberto Cossa
Hasta dónde caeremos
Todos aceptamos hoy lo que ayer era impensable
Y nos vamos resignando
Dejando morir lo que hay en nosotros digno y solidario
Se parece a los últimos actos de La Nona:
todo se descompone y se derrumba,
mientras la Nona florece
Lozana, invulnerable, pantagruélica.
miércoles, 17 de junio de 2015
En Guernica los amigos de Perón bombardearon al pueblo a mansalva
A propósito del aniversario del bombardeo del 16 de
junio, los autores de “El Guernica argentino”, en un rapto de imprudencia, han
traído a la memoria la destrucción de esa ciudad vasca durante la Guerra Civil
española por parte de los amigos de Perón: Franco, Hitler, Mussolini.
Pero es su único traspié: en el resto de la extensa
nota logran ignorar las responsabilidades y los móviles del General en los
golpes del ’30 y del ’43, en la Masacre de Ezeiza y en la creación de la Triple
A y el Plan Cóndor, a pesar de mencionar todos esos hechos, menos el último.
Distinto es el caso de la matanza de pilagás de 1947
en Rincón Bomba, a la cual evitan referirse, pese a venir embaladísimos en una
enumeración minuciosa.
Vayan las siguientes líneas a los autores, a modo de
ayudamemoria.
ACERCA DE LA NOTA
“MASACRE SOBRE BUENOS AIRES / BOMBARDEOS DEL 16 DE JUNIO DE 1955”
La nota de Cena y González Bazán en Villa Crespo Digital* rememora el bombardeo del 16 de junio
de 1955, un hecho no solo criminal, sino demencial, si el propósito, como se
dijo, era matar a Perón arrojando toneladas de bombas sobre los inciertos
lugares donde podría hallarse en esos momentos.
Es una prueba más sobre el desprecio que
tienen los militares por la vida. La vida ajena, se entiende, porque la propia
bien que la cuidan.
Pero la nota, a su pesar, es también la
prueba de cómo es tergiversada y mutilada la historia si la cuenta un
peronista.
Después de 72 años de peronismo en la
Argentina hay que ser muy diestro —a nivel de un
neurocirujano— para seleccionar los hechos de la historia que permitan seguir
declarándose peronista.
Por ejemplo, hay que extirpar los datos
incuestionables que atan a Perón con la creación de la Triple A, y también con
la del Plan Cóndor, al cual le dio configuración en sucesivas reuniones con los
dictadores del sur de América, que desde entonces lo pusieron en práctica
(aunque solo le dieron contextura formal más tarde). Y que él mismo aplicó,
particularmente contra los exiliados del golpe del ’73 en Chile (su mujer,
Isabelita, condecoró a Pinochet).
Pues bien, Cena hace ostentación de su
identidad peronista, así que ya calculamos cuál puede ser su rigor como
historiador. Y no nos defrauda.
En esta nota nos promete algunos
antecedentes históricos de masacres contra los desposeídos, y a detallarlas se
consagra en el capítulo “Desde el inicio”, hasta llegar a 1924, desde donde,
gracias a un portentoso salto, cae en 1955.
¿Qué pasó en ese lapso? Lo más
significativo, a los efectos que se propone la nota, fue la matanza en Formosa de
alrededor de mil indígenas pilagás, que luego de ser estafados por los
terratenientes salteños, volvían hambrientos y agotados, y fueron
ametrallados por la gendarmería cuando reclamaban a causa de su desesperada
situación. ¿Fecha? Octubre de 1947. Gobierno de Perón.
“Podríamos seguir enumerando las
distintas represiones al movimiento obrero y popular”, dicen los autores cuando
interrumpen tan abrupta y oportunamente su cronología en 1924.
“Pero no lo
haremos” —deberían agregar—. “¿Por quién nos toman? ¡Nosotros somos
peronistas!”
jueves, 4 de junio de 2015
Los periodistas decidieron por aplastante mayoría
Y no son gente de hablar a la bartola
Siempre dan información ultrachequeada.
Hay que acostumbrarse a la idea de que los (y las)
periodistas no son gente común. Están más allá, son vivísimos, tienen la posta.
Miren, si no, cómo nos
enseñan que la plaza no se llama del Congreso, sino... ¡de los Dos Congresos!
Seguro que, periodistas
astutos como son, habrán descubierto que a la vera de la plaza no hay uno, sino
dos Congresos. O más.
Y si no
han descubierto eso, no importa: ellos no van a llamar a esa plaza como la
llama la gilada. Para eso tienen la sartén por el mango. Digo, los medios
masivos de embrutecimiento. ¡Pucha!: digo, de comunicación.
miércoles, 3 de junio de 2015
lunes, 1 de junio de 2015
Conozcamos a Lucas Llach, el candidato a vice del radical Ernesto Sanz
¿Dónde lo encontró, en las cavernas?
Llach es un verdadero troglodita. Voy
a dar dos ejemplos de primera agua; dos tuits suyos que me llegaron reenviados
por uno que lo seguía a él.
El primero, de 2012, se originó en que
Llach estaba mirando por TV un documental sobre ensayos de bombas atómicas
norteamericanas en 1946, y se emocionó. Entonces escribió este tuit:
"No daba tirarle la bombucha
al genocida stalin en el 46, no?" (2:04 pm - 24 mar 2012)
Pero como la URSS en 1946 tenía
desplegadas sus tropas desde Vladivostok a Berlín, no se iban a rendir por una
bomba en Moscú: habría que haber arrojado muchas más. Por ende, lo que a Llach
le habría gustado hubiera sido eliminar a la URSS y a los rusos a pura bomba atómica.
Y le llama “genocida” a Stalin.
En el otro le pide, también
retrospectivamente, ¡más imperialismo a USA!:
"Los yanquis deberían haber
ejercido un mayor imperialismo cultural sobre la Francia reconquistada. Nos
habríamos ahorrado tantas tonterías.” (1.21 am - 10 ago 2013)
Es claro que a Llach no le interesa
preguntarse no cuántas
tonterías, sino cuánto dolor, cuánta destrucción y cuántos muertos se
habría ahorrado el mundo con menos imperialismo cultural, económico y bélico de
los Estados Unidos.
Así es Llach respecto del pasado.
Pongamos mucha atención en que no pueda hacer nada respecto del futuro.