El negocio (económico-político) manda más que la ley
Los estadios de fútbol de la Capital no cumplen con los
requisitos que la ley previó para que puedan admitir espectadores.
El director general de Fiscalización y Control (que
se llama Chapar: un predestinado), se confiesa:
"No podemos poner a los clubes contra la pared,
porque también así quedamos nosotros. ¿Qué pasaría? ¿No habría más fútbol?"
Vade retro: ¡eso, jamás!
Evita dando el
puntapié inicial. Como en tantas otras cosas terribles. Foto: Cedoc.
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