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En la buena senda
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A manera de experiencia
piloto, en el municipio de
Ensenada
se votó el presupuesto para 2015.
En
la respectiva ordenanza se determina que el intendente, Mario Secco, del
FpV, va a ganar en 2015 una suma anual de $ 1.179.800, algo menos de $ 100.000
mensuales.
A primera vista parece una cantidad exigua, considerando
el precio al que están las cosas. Sin embargo, a ese estipendio hay que sumarle
gastos de representación, comidas y refrigerios, que otros trabajadores tienen
que solventar con su sueldo —por ejemplo, si a la salida del trabajo algunos se
van juntos a tomar unas cervezas—, y ¡gastos de transporte!, que el intendente se ahorra, al desplazarse en vehículos oficiales.
Tampoco
hay que alarmarse por la merma que pueda sufrir la remuneración del señor Secco
a causa de la inflación, pues, obviamente, esa y las demás partidas se
ajustarán durante el año en función de la evolución de las erogaciones y los
recursos.
En
conclusión, esta me parece una buena noticia: cuando un hombre del campo popular obtiene un
salario digno, me alegro como si me sucediera a mí.
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