viernes, 18 de abril de 2025

Entre bomberos no se pisan la manguera


Entre bomberos
no se pisan
la manguera
 

 

Así es, en general, aunque en cualquier conjunto social —incluso en aquellos donde el adhesivo es una profunda afinidad—, los conflictos pueden surgir por un sinfín de circunstancias, de modo que lo mismo sucede también entre empleados de una empresa o hinchas de la misma camiseta.

Pero el caso de los señores que vemos en la foto de abajo, besándose al borde de un threesome, es casi la inversa, porque aunque sus credos exigen necesariamente a cada uno de ellos refutar los delirios de sus contrincantes, esto lo "olvidan", dado que esa actitud podría obsequiar a los escépticos argumentos para cuestionar las religiones en sí.

Por eso en estas fechas en que se yuxtaponen festividades significativas para ellos, los abrahámicos se precipitan a proclamar su recíproca fraternidad.

Que no es cierta: es pura conveniencia. Estos mistificadores compiten entre sí, pero aunque se aborrezcan no pierden de vista su objetivo esencial: mantenernos estúpidos.

Si los terráqueos tuviéramos la sagacidad y la convicción de pincharles el globo, nuestra vida se volvería infinitamente más inteligible y rica.



sábado, 12 de abril de 2025

El que perdió era aún peor

 

¡UY, QUÉ PENA: EN EL CAMINO

YA SE PERDIERON

MIL MILLONES DE DÓLARES!

 

Y eso que el camino no era muy largo: en “Perfil” de hoy, los anuncios, en la portada, están uno al lado del otro: pegados.

Bueno, no nos extrañemos: 1) esto es Argentina; 2) estos son nuestros diarios; 3) así votamos (¡ojo, el que perdió en el balotaje era todavía peor!).

    


miércoles, 22 de enero de 2025

Estamos rodeados (bis)

 


 

“Nuestro dios
nos enseña
que debemos
ser misericordiosos
con el extraño”


 
Retenga este nombre: obispa (o lo que sea) Mariann Edgar Budde, quien sermoneó a Trump el día de su asunción.

¿Qué dijo Mariann Edgar? Se burló de nosotros. Ella (o ello, o eso) afirmó que SU dios ¡nos enseña a ser misericordiosos!

Veamos cuán misericordioso es el ejemplo que nos dejó, según quienes lo inventaron:

 

―Asesinato de TODA la humanidad (menos 8): el Diluvio

―Destrucción de cinco ciudades y su gente (Sodoma, Gomorra, Admá, Zeboyín y Bela)

―Egipto: muerte de todos los primogénitos

―Muerte de hombres, mujeres y niños de los pueblos que no se avinieron a entregar las tierras que venían a robarles los israelitas

―Etcétera.

 

Pero no se olvide de lo más esencial: ¡el Señor es omnipotente, o sea que cuando cometía esos crímenes feroces e indiscriminados ―que son tan gratos a los que profesan religiones abrahámicas― desairaba a las infinitas soluciones de que disponía para no recaer en respuestas sádicas. (Según los guionistas de la Biblia, aclaremos. O sea, todo mentira.)

Tenga esto por seguro: más daño han hecho y harán, hasta que despertemos, 3000 años de mentiras brutales pudriendo el cerebro de la gente, que todas las barbaridades ―que van a ser muchas― que perpetrará Trump en los próximos cuatro años.