Cota 905, conglomerado de barriadas en el oeste de Caracas.
Venezuela: balance preliminar de la guerra en la Cota 905
Durante tres días hubo una verdadera guerra en la Cota 905. Un frente bastante amplio de batalla que alteró totalmente la vida del oeste de Caracas y causó numerosos muertos y heridos entre la ciudadanía que transita o vive en dicha zona.
Roberto López Sánchez - 13/07/2021, https://www.aporrea.org/ddhh/a304119.html
Para ahorrarnos palabras, haremos
un balance de manera esquemática de esta absurda guerra:
1. Las megabandas como la
del "Koki" son un fiel reflejo de la progresiva descomposición del
estado venezolano. Existen megabandas en muchos estados del país (aquí en el
Zulia hay una tan grande como esa, en el municipio Baralt). Su existencia va íntimamente vinculada al
auge de prácticas delictivas como el narcotráfico, el secuestro, la extorsión,
el tráfico de gasolina y de oro, en íntima relación con funcionarios corruptos
dentro de los cuerpos policiales y militares del país.
2. También existen las megabandas gracias a una tendencia política dentro del gobierno (decimos una tendencia, porque no necesariamente todo el gobierno comparte esto) que considera que los grupos hamponiles pueden, de alguna forma, actuar como defensores del "proceso revolucionario". Esa tendencia fue la que ejecutó la política de las "Zonas de Paz" (José Vicente Rangel, hijo, desde el Ministerio del Interior) y la formación militar de presidiarios para "defender la patria", como hizo Iris Varela en el Cucutazo de Guaidó en febrero de 2019 en San Antonio del Táchira. También se expresa claramente esa tendencia cuando Douglas Rico (jefe nacional del CICPC - Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas) dijo hace pocas semanas que la institución que dirige prefiere negociar con el grupo hamponil de la Cota 905 "para que depongan las armas" (Declaraciones de Douglas Rico sobre el Koki ocasiona repudio en las redes sociales: https://www.aporrea.org/actualidad/n364453.html).
3. El conflicto "in crescendo" entre los cuerpos policiales y la llamada "banda del Koki" es una guerra por el control del territorio donde se realizan las ya mencionadas actividades delictivas. El narcotráfico es una actividad expandida por todo el continente, y por toda Venezuela, y en el conflicto de la Cota pueden estarse manifestando choques de los distintos carteles (mexicanos, colombianos y "apureños").
4. Sin descartar que las
potencias extranjeras y países vecinos interesados en derrocar al gobierno de
Maduro puedan en un momento determinado intentar utilizar para sus objetivos
políticos propios a estas megabandas, creemos que las razones principales de
la guerra vivida la semana pasada no apuntan en esa dirección.
5. Las razones por las
cuales la megabanda de la Cota 905 decidió atacar al mismo tiempo las sedes del
Sebin en El Helicoide, de la Guardia Nacional Bolivariana en El Paraíso, y del
CICPC en Quinta Crespo (además de otras sedes de la PNB), no están claras. Sobre
todo porque era de prever la reacción contundente a la que se vería obligado el
gobierno, el cual tendría que dejar de lado las opiniones de las tendencias
permisivas, negociadoras y que creen que el hampa es una "reserva de la
revolución", y pasar a una ofensiva policial-militar contra el reducto
criminal de la Cota, como en efecto ocurrió. De repente, el Koki y sus
cómplices decidieron suicidarse y buscaron una confrontación directa en la cual
objetivamente llevaban todas las de perder. Esas razones de haber tomado la
decisión de "ofensiva" militar contra los cuerpos del Estado y
contra la ciudad toda, repito, no están claras. Aunque siempre queda la
posibilidad de que sean unos tipos tan desquiciados que perdieron completamente
la percepción de la realidad.
6. Pero el tamaño del
ataque realizado en forma simultánea, y el enorme parque militar encontrado en
la Cota, no nos habla de una banda de locos que se les aflojó un tornillo. En
esos ataques, de acuerdo a la amplitud del territorio y la cantidad de balas
disparadas (calculo que más de 100 mil proyectiles se dispararon en esos tres
días), indican que actuaron por lo menos unos 100 atacantes distribuidos
entre El Valle, El Cementerio, Roca Tarpeya, Puente Hierro, El Paraíso y La
Vega. Una significativa ofensiva militar que, por ejemplo, la guerrilla
venezolana nunca pudo realizar ni un diez por ciento de eso, en los tiempos de
la lucha armada en Venezuela.
7. La cantidad de armas y de balas decomisadas también representan un número jamás visto en Venezuela cuando las FALN y otras guerrillas se alzaron contra la democracia puntofijista [referente al pacto de gobernabilidad, firmado en 1958 por los principales partidos venezolanos a la caída del dictador Pérez Jiménez, en la finca llamada Puntofijo].
8. Llama la atención que a
pesar de contar con ese gran arsenal, la megabanda no haya defendido su
territorio casa por casa, como era de prever, sino que aparentemente se
retiraron en la noche del jueves para el viernes. Eso explica que no hayan
sido capturados ni dados de baja ninguno de los jefes principales de la
organización criminal. Parece que dejaron a "los más pendejos"
para que enfrentaran el asalto final de los cuerpos policiales. Aunque, sin
embargo, tampoco queda claro que se hayan producido un gran
enfrentamiento como para dar de baja a 22 individuos, como afirma el
gobierno. No se mostraron fotos de esas personas "caídas en el
combate". Ni siquiera fotos de las ambulancias o vehículos retirando los
cuerpos del sitio.
9. La decisión
gubernamental de detener el día de hoy lunes a un importante dirigente de la
oposición guaidosista (Freddy Guevara, fundador de Voluntad
Popular, fue enviado a la prisión El Helicoide en Caracas).con el cuento de
que era el que dirigía a la megabanda, junto a sus jefes en Colombia, España y
USA, hace sospechar más aún sobre las verdaderas razones que causaron esta
guerra infernal de tres días. Pues Maduro está utilizando la guerra del Koki
como la excusa perfecta para patear la mesa de la negociación política que
se adelantaba con algunos países, objetivo que necesita cumplir para
propiciar un nuevo llamado opositor a abstenerse en las elecciones
regionales de noviembre, lo que le permitiría ganar nuevamente ese proceso
electoral, tal como ocurrió en diciembre pasado.
10. Llama la atención que
en la operación Gedeón (2020) en la cual se produjo una invasión de 50 o más
militares venezolanos de carrera, entre oficiales y suboficiales, estos
llegaron a las costas del litoral central completamente desarmados, y fueron
cazados como conejos en las zonas montañosas por las cuales intentaron escapar.
Estos militares no eran los malandros improvisados que en sandalias y shorcitos
hemos visto disparar en los videos de la cota, pero extrañamente no pudieron
usar ni pistolitas de agua. Si la megabanda de la Cota fuera una
iniciativa de la política intervencionista de USA y Colombia en Venezuela, y
teniendo esa enorme cantidad de armas en la propia Caracas, no les hubiera
costado mucho movilizar unas 5 o 10 camionetas con hombres, armas y balas para
que apoyaran en las costas centrales el desembarco de esos militares
subversivos. Pero no ocurrió nada parecido. Algo que también es muy
extraño y que no concuerda con el discurso del gobierno que mete a la
operación Gedeón y al Koki dentro del mismo plan subversivo del imperio.
11. También llama la
atención que la genialidad de contrainteligencia demostrada por el gobierno de
Maduro para desmantelar la operación Gedeón, a pesar incluso de que la misma se
organizó desde otro país, no haya funcionado para nada en la detección
del enorme peligro político-militar representado en la existencia de esta
poderosa megabanda a pocos kilómetros de Miraflores. Es algo que tampoco
tiene mucho sentido y genera más dudas todavía.
12. El resultado final de
la Guerra de la Cota 905 aún no está muy claro. Lo cierto es que
murieron 8 o más ciudadanos inocentes que transitaban o vivían en esa zona de
"guerra", y que hubo también unos 20 civiles heridos de bala; además
de los 4-5 policías muertos que reconoce el gobierno. Los jefes hamponiles se
escaparon y pueden volver. El gobierno habló de 22 "neutralizados"
(se supone que quiere decir "muertos"), pero no habló de detenidos.
Entonces, si es una megabanda calculada en al menos 200 integrantes, apenas se
afectó el 10 % de ella. El otro 90 % de sus integrantes se fue para algún
sitio y podrán regresar en poco tiempo.
Esta historia parece que no ha terminado.
Roberto López Sánchez (Caracas, 1958). Profesor Titular de la Universidad del Zulia (LUZ) con ingreso en 1994. Licenciado en Educación. Luchador social, activista del movimiento estudiantil y profesoral, vinculado al trabajo obrero, campesino, ambientalista, indígena y cultural desde 1977. Participante de la lucha armada revolucionaria (1977-1988); miembro del Frente Guerrillero Américo Silva. Sometido a persecución política y juicio militar en 1982. Actividad revolucionaria clandestina durante 1982-1988. Fundador de la Unión Nacional de Trabajadores-Zulia.
Con
el texto del profesor López Sánchez se da comienzo al propósito de publicar
textos que, no obstante referirse a un aspecto parcial, iluminan la totalidad
de las cuestiones macro en las que intervienen. En este caso, por ejemplo, la
dictadura de Maduro, a la cual no se la menciona como tal, pero su carácter
queda evidenciado por la forma en que actúa.
Probablemente,
este proyecto hallará su espacio propio en algún momento.