miércoles, 28 de octubre de 2009

La "delicadeza" de Maradona

.

Soy de los que piensan que las expresiones de Maradona luego del partido con Uruguay son absurdas y desubicadas, propias de un individuo que no tiene el mínimo control de sus emociones e ignora lo que es inherente a cada ocasión y lo debido a la responsabilidad que asumió. Y no se diga que es porque Maradona "es de la villa, es Fiorito", y no un académico. ¡Por favor!: en Fiorito también hay gente centrada, además de que muchos jugadores de fútbol son también de una muy desfavorecida extracción social y no se expresan así, pese a haber tenido menos oportunidades que Maradona de pulirse. La diferencia reside en que Maradona se considera personalmente exceptuado de la generalidad de las obligaciones que tienen los mortales: cree que puede disparar sobre la gente, que puede manejar borracho o drogado y subir a la vereda y embestir a quienes por allí circulan, que puede ignorar sus obligaciones impositivas o de paternidad, que puede transar con todos los poderosos (Menem, Julio Grondona, Castro, "Clarín", De la Rúa, Chávez, Kirchner) y, a la vez, presentarse como un "rebelde" (¿?). Al fin, que puede regar de groserías al mundo entero sin límite alguno.

Pero con una agravante: "A los que no creían o no creyeron —con perdón de las damas—, que la chupen, que la sigan chupando", dice este trastornado. ¿Por qué "con perdón de las damas"? En el contexto de anormalidad que entraña que en una conferencia de prensa con periodistas de todo el orbe el expositor se entregue a procacidades y agresiones —que serían violentas aun en un reducido círculo privado—; cuando los muros que resguardan la buena educación y el respeto ya han sido pulverizados, ¿a qué viene delimitar este coto machista donde a las féminas se les colocan tampones en las orejitas? ¿A las damas se les va a perforar el tímpano por oír esas vulgaridades? ¿Lo que puede oír o decir un hombre no puede oírlo o decirlo una mujer? ¿Acaso con las mujeres que Maradona tiene comercio sexual (frase muy apropiada en su caso) no hay nada de eso de "chuparla", y esas damas desconocen de qué se trata? ¿"Chuparla", en el universo maradoniano, es una práctica reservada para varones? He aquí la “delicadeza” de Diego: asume la inconveniencia de decir lo que, de todos modos, dice; proclama su respeto por las “damas” en un terreno tan fútil que deja en claro lo declamatorio y formal de ese respeto.

Esta situación —así son los mecanismos de la mente—, a mí me disparó una comparación: María Seoane, en "La noche de los lápices", pone, como ejemplo de que no todos los miembros de las fuerzas "de seguridad" eran bestias asesinas, el caso del policía que en un centro de tortura y exterminio conducía con cuidado por los pasillos y escaleras a los jóvenes encapuchados, para que no se golpearan. El detalle que completa la escena es que los llevaba a que los maten. Maradona siempre ha exhibido desprecio no sólo por la integridad física sino además por la racionalidad de sus semejantes y, específicamente, en cuanto a las mujeres —por caso, aquellas que ha embarazado— tampoco su proceder se ha destacado por su nobleza... pero le preocupa que las “damas” oigan palabrotas, en un gesto que lo describe como portador del más rancio machismo.

Miren, estoy seguro —hasta donde se puede estar seguro respecto de las conductas humanas— que si María Seoane se ha expresado, ya sea pública o privadamente, sobre este episodio, ha sido para aprobar a Maradona: los dos tienen la misma (aberrante) estructura mental. Después de todo, ambos profesan la misma ideología.

Dolina y Maradona: ¡linda yunta!

.
Alguien, con muy buena intención, sin duda, me escribe y reproduce con el título de “Otra opinión, digna de respeto igual que la tuya” el segundo comentario de Alejandro Dolina respecto de las torpes efusiones de Maradona en Montevideo. Me interesa focalizar no en estos argumentos de Dolina, enteramente similares a los que ha dado el coro de paniaguados (así como los míos, salvo en el aspecto del machismo, se parecen a los de otras voces críticas), sino en eso de que ambas opiniones son “dignas de respeto”.
Dolina es un empleado del gobierno de la provincia de Buenos Aires desde hace veintidós años. Quizá leyendo con el propósito de llegar a la médula de la cuestión no se repare en lo que acabo de escribir. Que precisamente es ese meollo: no dije “veintidós días”, ni “veintidós semanas”, ni “veintidós meses”. Dije “veintidós años”, durante los cuales quienes le pagaron y le pagan el sueldo a Dolina son los contribuyentes de la provincia, aunque él está al servicio, sobre todo en las esenciales, del peronismo gobernante en esa provincia. Quien ha escuchado su programa en distintas épocas y radios habrá notado que los anunciantes principales e infaltables son el Gobierno de la Provincia, el Banco Provincia, el Ministerio de Acción Social, Lotería de la Provincia y una cantidad de otros organismos públicos de la PBA —además de la propaganda que canaliza Télam—, a veces alternándose, a veces varios juntos.
A ver si queda claro: Dolina es un escriba, un amanuense. Dolina está pago desde hace veintidós años. ¿Saben el pago que he tenido yo?: no quiero desgranar un rosario de luchas, de sinsabores y angustias. Mientras, Dolina escribía sobre el “ángel gris”.
Así que no se puede decir que es una opinión “respetable como la mía”, porque yo no estoy rentado, y muchísimo menos, con dinero de gente —una parte de los contribuyentes— que no lo aportó voluntaria y conscientemente con ese fin. Yo, a Dolina y a sus opiniones no les tengo respeto, sino asco.
Dije que los argumentos de Dolina no difieren de los que ha dado el coro de paniaguados. Pero, ¡cómo son las cosas!: él, al principio, tuvo “un extravío” [sic], una postura crítica a Maradona. Después vira ciento ochenta grados tras un mensaje —dice Dolina— de una tal “Ingrid Hammer”, que se congratula porque no ha defendido al “monstruo”, lo cual lo lleva a recapacitar. ¡Fantástico, qué suerte, qué casualidad!: se llama “Ingrid Hammer”, y no Teófila González, por ejemplo. Conociendo el paño —que algo lo conozco, no soy tan caído del catre—, aunque ese envío pueda haber existido, es más factible que el mensaje que motivó el cambio de opinión haya sido este otro: “Arriba no cayó bien lo que dijiste. Fijate lo que está opinando toda la contra y vas a ver que esto no es joda. Sabés que no te molestamos muy seguido, así que tenés que volver sobre el asunto, pero de otra forma, ¿entendés?”.
Y resulta que esa medianoche alguien se toma el trabajo, sin saber lo que va a decir, de grabarlo, y al toque, de desgrabarlo y ponerlo en la web. ¡Qué lindo todo, qué fresco, que natural!
A Dolina no le niego ni inteligencia, ni cultura, ni ingenio, ni oficio. Pero en cuanto a ética, ¡por favor!, no me pongan en la misma bolsa que ese mercenario.

domingo, 18 de octubre de 2009

Dios es amor

Lucas, 19:
...
20 Vino otro, diciendo:
—Señor, aquí está tu mina, la cual he tenido guardada en un pañuelo; porque tuve miedo de ti, por cuanto eres hombre severo, que tomas lo que no pusiste, y siegas lo que no sembraste.
21 Entonces Él le dijo:
—Mal siervo, por tu propia boca te juzgo. Sabías que yo era hombre severo, que tomo lo que no puse, y que siego lo que no sembré; ¿por qué, pues, no pusiste mi dinero en el banco, para que al volver yo, lo hubiera recibido con los intereses?
22 Respondió el aludido:
—Ni loco; ¿quién confiaría hoy en los bancos? Mirá, acá está la moneda; agarrala o dejala, y chaupinela.
23 Y dijo Él a los que estaban presentes:
—Quitadle la mina, y dadla al que tiene las diez minas.
24 El de la mina calentose:
—Pero, ¿por qué no venís y me la sacás vos, gonca?
25 Los otros dijeron:
—Señor, aquél ya tiene diez minas, o sea.
26 Respondiendo Él, les dijo:
—Pues yo os digo que a todo el que tiene, se le dará; mas al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará. Digo, lo que no tiene; no, quiero decir, que si tiene poco... Ma’ sí: ustedes me trataron como me trataron... ¡sigan mamando!
27 Y también a aquellos mis enemigos que no querían que yo reinase sobre ellos, traedlos acá, y decapitadlos delante de mí.
28 A los que no creían o no creyeron, con perdón de las damas, que la chupen, que la sigan chupando. Yo soy blanco o negro, gris no voy a ser en mi vida.
29 Entonces D’Elia, puesto en pie, le dijo:
—Señor: a Reutemann, que es blanco, no lo critican; a usted lo critican porque es negro y villero.
30 Dicho esto, iba adelante a cobrar su estipendio.

"La Santa Biblia" - Nuevo Testamento. Antigua versión de Casiodoro de Reina (1569), revisada por Cipriano de Valera (1602) - Revisión de 2009. Sociedades Bíblicas de la Iglesia Maradoniana.



jueves, 8 de octubre de 2009

Mercedes Sosa, náufraga en un mundo complejo

.


La muerte de la cantante no daría para mayores análisis, si no fuera que hay muchas cosas en ella y en torno de ella que nos ayudan a comprendernos en nuestro —calamitoso— estado actual. En principio, hay que reconocer que en su voz honda, su escogido repertorio vistió de canciones durante décadas las luchas de diversos pueblos diseminados en el mundo hispanohablante. Pero de ahí a extrapolar su labor musical y transformar a la tucumana en un referente político y de conducta hay un trecho. Un trecho muy grande, por supuesto, pero, ¿para qué están los medios masivos de [des]información?: para hacer un matete, un revoltijo con todo e insuflarlo en las cabezas de la pobre gente. ¡Eh!: ¿por qué "pobre gente"? Porque me refiero a los impresionables, los que se dejan manipular, los que no le oponen a la intencionada perspectiva de los medios una mirada relacional, amplia; porque olvidan o recuerdan a impulsos de los que manejan la agenda y la opinión —sobre todo desde el ángulo emocional— de las masas.
Piense si usted falleciera (no lo tome a mal, es una hipótesis de trabajo) y recibiera el homenaje de Maradona, Pacho O'Donnell y los KK: ¡eso sí sería para morirse! Bueno, le pasó a Mercedes Sosa. Por supuesto que ella podría no tener la culpa: esos que he mencionado son hienas sin escrúpulos, y se colgarían de cualquiera que les proporcionara salvoconductos ante la opinión pública.

Cambia, todo cambia

La fama, el talento, son para cualquiera difíciles de llevar airosamente, y Mercedes tuvo además que lidiar con vaivenes de la fortuna y de la salud, y con presiones políticas y comerciales que la tironearon en direcciones antagónicas. Ella, que nació pobre, hizo con los años muy buena plata. Y se mareó. Completamente. El deslumbramiento que experimentó al disfrutar los placeres de la "buen vida" burguesa ha quedado registrados en declaraciones de una puerilidad conmovedora. Como cuando alardeaba de sus autos: "En Madrid, tenía un Ford Fiesta, después me compré un Peugeot 505 último modelo. Uno de los primeros que entró a España. Después, pero dos años después, el auto empezó a conocerse allá..." [¡vanagloriarse de tener un auto "exclusivo": pobrecita!]. "Mi pasión siempre fueron los autos. Soy medio fierrera, ¿sabe? Me gustan y adoro la velocidad. Tengo un Audi A6, que ahora está en venta, y un Volvo S80. ¿Los conoce? [...] Ciento ochenta levanté el otro día. Entrábamos en una autopista, en Córdoba, y le pedí a Fabián que me dejara manejar un rato. 'Un ratito, mamá, ¿eh?'. Anduve setenta kilómetros y empecé a acelerar. El Audi es un auto que no tiene cordura. Si usted pone el pie en el acelerador, el auto vuela... De pronto, tal vez por un pozo, pegamos un salto. Le cuento que no tuve miedo por mí, pero bajé la velocidad: empezó a dolerme la cintura, además ya había que disminuir. Entrábamos a Oncativo...". Si usted piensa que los que van a 180 en la vía pública son unos piolas bárbaros, ahí tiene un elemento más para admirarla. Si no, diga de ella lo mismo que dice de los otros que hacen eso.
Y esta otra efusión: "Mercedes está en el living de su casa. Un amplísimo ambiente, pura luz, sobre la avenida Carlos Pellegrini, que tiene algo de museo americanista, con collares de la cultura maya, pipas antiguas, tapices precolombinos. 'Si va a hablar de mi casa, le pido que no diga que tiene toques barrocos, como se dijo. Lo barroco me suena a cachivache, y ésta es una casa llena de obras de arte'".

Una diferencia inconciliable con Macri

Any Ventura la entrevistó el 26/6/03: "¿Por quién vas a votar?". Mercedes Sosa: "Por Macri, por supuesto. Lo único malo es que él es de Boca y io soy de Yíver, y eso es difícil de coincidir".
Dice Pacho O'Donnell en "La Nación": "Mercedes Sosa fue una artista de convicciones y además consideraba que debía ser leal a esas convicciones durante toda su vida. Ella fue afiliada al Partido Comunista, integró un grupo musical que se propuso renovar la música nacional dándole un contenido social a sus letras, tomó partido, posiciones a veces difíciles y riesgosas". Pero Rodolfo Braceli lo contradice: "No pertenezco al partido, no tengo el carnet, pero soy de izquierda, soy comunista", cuenta que le dijo la tucumana. Y el publicista explica la adhesión de ella a la postulación de Macri "tal vez empujada por un hecho muy íntimo y personal que es apoyar el presente y el futuro de su único hijo que trabaja con Macri desde hace un año, y esto ya es de dominio público. Pero, bueno, estas son cosas personales de cada cual". Curiosamente, Telerman emplea el mismo argumento: "A mí no me sorprendió el apoyo de Mercedes Sosa a Macri porque un chico judío como yo no puede hacer otra cosa que alabar a las madres que toman decisiones pensando en sus hijos. El hijo de Mercedes, Fabián Matus, a quien le tengo una particular estima personal, viene trabajando con Macri desde hace un año. No me extraña (el apoyo) porque es una de las cosas que mejor habla de Mercedes Sosa, porque, como bien dice la hermosa chacarera que ella misma canta: 'Sólo el cariño de madre, ése sí es verdad'".
Hay dos ideas en lo anterior que no comparto. Una, que las posturas políticas más trascendentes puedan ser valoradas en el marco de la esfera "personal": ¿cuáles serían entonces las decisiones políticas? La segunda, que una mujer, si es madre, ya carece de voluntad propia. Si es comunista, por ejemplo, y el hijo "le sale" nazi, como buena madre tiene que hacerse nazi. ¡Un delirio!
En cambio Mercedes Sosa justificó su determinación en el propósito de usar las facilidades que otorga la democracia: "A mí me llamó la atención todo el revuelo que se armó por mi apoyo a Macri y me molestó porque muchos de nosotros luchamos durante muchos años para tener democracia y poder votar a quien queremos, pero pareciera que aún con democracia algunos siguen incentivando el odio por las decisiones que uno toma", aseguró.
Soy sincero: releo los párrafos anteriores (seleccionados de entre muchos similares) y tengo la certeza de que los opinantes y yo no pertenecemos al mismo planeta. O, más bien, que yo no soy terráqueo y ellos sí, porque sintonizan muy bien con las mayorías.

Velatorios, homenajes, misas y otros aquelarres

El apoyo a Macri y las frivolidades indecorosas de MS no fueron los únicos traspiés que empañaron su trayectoria "de izquierda". Tras el fusilamiento de tres ciudadanos cubanos en abril de 2003, ella declaró: "Luego de ese lamentable hecho yo dije 'hasta aquí llegó mi amor' con la Cuba actual. Yo luché mucho por Fidel, tanto en Cuba como en Miami y en el resto del mundo, pero creo que llegó el tiempo de pensar en que no hay que aceptar todo porque si no vamos a caer en una dictadura". Cualquiera pensaría que un partido de izquierda decente no silenciaría estas cuestiones, sino que aprovecharía para categorizarlas de manera que fueran provechosas para el crecimiento de la conciencia de sus seguidores y de las masas. Y tendría mucha razón, siempre refiriéndose a un partido honesto. El Partido Comunista Argentino, en cambio, zanjó esas espinosas cuestiones con el silencio. Esto fue lo que publicó en su página web, además de la conocida carta (esta sí, enteramente personal) de los familiares de MS:


Lo cual, por cierto, no impidió que grupos de jóvenes ondearan en el cementerio las banderas del Partido Comunista, mientras se decía la misa de cuerpo presente o se cantaban chacareras. O sea: una fiesta muy linda y para todos los gustos, como que Jorge Rouillon, en el diario de los Mitre —extremaunción del padre Farinello y misa mediantes— también aprovechó para sacar una chuleta del cadáver y titular su nota "Mercedes Sosa y su encuentro con Dios".
Decía Borges: "No hay nada como la muerte para mejorar a la gente". Pero a MS no le hacía falta: es tan nuestra que sus resbalones pueden ser vistos por sus connacionales con admiración. Una admiración descarriada, claro.
De verdad, es todo tan argento que nada mejor que dejarle las palabras finales al más cabal paradigma de la argentinidad: Maradona recordó en el Congreso que la relación que tejió con la cantante fue "siempre de buena leche, prácticamente de madre". Y siguió: "Cuando me veía mal decía: 'Dieguito, cuidate'. Cuando me veía bien, 'qué bien estás' ", abundó, poniendo así de manifiesto no sólo la profundidad de la relación sino, además, la de los diálogos que sostenían. Y remató: "Ninguna otra mujer tiene ovarios como para cantar lo que cantaba ella".
Un Maradona auténtico.

miércoles, 7 de octubre de 2009

¡Magdalena rompió el idiotómetro!

-
El reforzado. Porque el estándar lo había hecho saltar tantas veces que hicieron uno especial para ella, montado en hormigón armado, con tensores de acero de 1” y amortiguadores antisísmicos. Fue inútil.
Pero antes de ir a su última hazaña es bueno repasar la biografía de Magdalena Ruiz Guiñazú, quien tiene una larga (y a todas luces, excesiva) trayectoria periodística, como que se inició en esas lides en 1954. En sus comienzos tuvo algunas discontinuidades, debidas a la crianza de sus cuatro hijos, hasta que en 1972, de la mano de Bernardo Neustadt, inició una etapa de intensa actividad que dura hasta hoy.
En las biografías que se pueden encontrar en sitios de internet (Wikipedia, Netizen) figuran los numerosos premios que ha cosechado y algunos otros datos aún más sorprendentes. Por ejemplo, que es miembro de número de la Academia Nacional de Periodismo, y en el sitio web de ésta aparece una semblanza biográfica de Magdalena que en dieciséis cortas líneas ostenta treinta y dos errores, entre ortográficos, gramaticales y pifias al citar nombres propios. Por ejemplo, lider, Martin Fierro (dos veces), desaparicion, republica (dos veces), asociacion, huesped. Si las erratas se atribuyeran a la Academia, la conclusión sería que “tal para cual”: como son brutos, es lógico que otorguen un sillón a un igual. Pero usted dirá que los de la Academia no deben de tener la culpa, que la síntesis biográfica —dado el grado de encarnizamiento con el idioma— la debe de haber escrito ella misma. Y eso es muy probable, pero, ¿no tienen a nadie que revise lo que insertan en su página? ¿Publican cualquier bestialidad?
En los sitios mencionados destacan que MRG habla cuatro idiomas: español, inglés, francés e italiano. Los tres últimos, puede ser. Pero el castellano apenas lo chapurrea, ya que ante los micrófonos lanza, tan fresca, “habitastes”, “vivistes”, “sindrome”, “una cosa que me pareció fantástico”, “han pedido de que no se haga el acto”, y, por supuesto, el infaltable “no se escucha bien”, entre otras infinitas resbaladas.

Acerca de la “supina ignorancia”
Imagino que mucha gente, ante esta crítica, podría llegar a decir que no es para tanto, que todo el mundo se expresa así. Lo cual es cierto, sobre todo si corregimos: casi todo el mundo. Y ese “casi todo el mundo” se nutre de conocimientos en los medios masivos de comunicación, así que eso explica el fenómeno. Pero el argumento no es válido para los periodistas, porque ellos están en contacto directo con la fuente de información, y muchas veces tienen ocasión de alternar con expertos en los distintos temas. Por lo tanto, ser difusores de brutalidades es producto de una elección. O de “ignorancia supina”, expresión que describe la situación de quien, por negligencia, se queda echado cuando tiene a su alcance acceder al saber con sólo levantarse de su poltrona. ¿Qué decir, si no —usted los habrá visto en TV— de los movileros que con el enorme cartel de la marquesina del INDEC a la vista hablan del “Instituto (...) de Estadísticas y Censos”? ¿O, al ladito de la chapa que enuncia su nombre, dicen que transmiten desde la “Plaza de los Dos Congresos”? Magdalena no es movilera, pero en ella esas mismas expresiones, u otras tales como “el ANSES” o “Monumento a los Españoles” son el reflejo de una ignorancia supina, así como aquella vez que felicitó a la ganadora de un campeonato de ortografía, y tras hablar largamente y maravillarse de que hubiera sabido escribir “áureo” (¿?) le espetó: “¿Así que vas a ser médica? ¡Escribirás con letra que se entienda...!”. Ortografía, caligrafía... ¡segual!

Magdalena, ¡cumbre!
Tanto esforzarse en ser bruta, y maleducada y cortante con los entrevistados con quienes disiente (postura que muchos confunden con un estilo de periodismo incisivo), nuestra heroína ha alcanzado la gloria transponiendo el listón a una altura difícil de superar. Pero antes de contar ese episodio (de hace varios días, pero que merece ser rescatado), hay que recordar el extraño discurso con el cual le dedicó su último Martín Fierro a la presidenta: allí intentó, muy jacarandosa y satisfecha de sí misma, un retruécano en réplica a uno de los excesos verbales habituales en Cristina (aquello del “fusilamiento mediático”): "Hay palabras que hay que decir y otras que no. Y en democracia la palabra fusilamiento ¡no se pronuncia! Y que la palabra mediático es imprescindible en toda democracia", enfatizó MRG, dejándome la incertidumbre sobre qué significado le atribuiría en su pensamiento a esos desatinos. Es que las agudezas verbales son para quienes poseen coherencia mental y dominio del idioma, de los cuales ella carece.
Y ahora, sí, llegamos a su récord: Magdalena le contaba a Rodríguez Larreta la pavorosa situación de una madre de varios hijos que a causa de sucesivas malas praxis en el Hospital Durand debió padecer la amputación de brazos y piernas. El jefe de gabinete porteño trataba con prudencia de hacerle notar que conocía el tema, puesto que se habían contactado con la mujer y la estaban ayudando. Pero Magdalena no lo escuchaba, según su costumbre, o quería demostrar su preocupación a despecho de que evidentemente ya era redundante. Así que, imparable, abundaba en las penurias de la pobre señora, hasta que lanzó su argumento final: “¡Esta mujer no puede ni siquiera lavarse las manos sola!”.
Ni los pieses, Magdalena: ¡ni los pieses!

jueves, 1 de octubre de 2009

"Peronismo auténtico", burocracia y Kraft-Terrabusi

-
El Movimiento Peronista Auténtico ha expelido un comunicado titulado “Con los trabajadores y contra las burocracias”: desde el mismo título, un derroche de irracionalidad —a sabiendas de que nunca les va a escasear y de que es una merca de enorme demanda—, pero también un texto pródigo en las bajezas que caracterizan a “los del palo” (y, cuanto más auténticos, peor).
Desde el título, porque, ¿cómo alguien podría ser un “peronista auténtico” y a la vez estar en contra de la burocracia sindical, que fue la creación a la cual Perón le asignó prioridad desde 1943, y que desde entonces se ha asegurado la defensa a ultranza del peronismo y es clave, no sólo para la domesticación y represión del movimiento obrero, sino para alimentar la “caja” que financia tantas iniquidades y peculados?
En ese comunicado, las fotos de Perón y Evita presidiendo un texto que dice estar “contra las burocracias” son un cachetazo a la memoria y la inteligencia de los trabajadores. Cuando Perón fue electo presidente en el ’46 Evita tomó la posta de reclutar en cada sindicato y en cada taller a los especímenes más lúmpenes, trepadores y coaccionables para darles las representaciones gremiales, a sabiendas de que esos jamás se iban a exponer, con algún gesto digno, a que el gobierno y la patronal les soltaran la mano, con la consiguiente pérdida de sus prebendas y privilegios. Y ahí siguen, hasta ahora, bajo el paraguas del peronismo y en simbiosis con él. En el terreno sindical fue donde Evita pudo llegar hasta el fin en su propósito de “no dejar un solo ladrillo que no sea peronista”. La burocracia, por ende, es la hija de Perón y Evita, pero, al menos, una hija agradecida: no hay más que tomar nota de los comunicados y afiches que emite en cada aniversario significativo de la pareja, o entrar en los sindicatos y ver los bustos y retratos que presiden todos sus ámbitos (no sé si usted se ha fijado en ese “detalle”).
Al título le sigue la cita de Cooke, que bate récords en lo empalagosa y hueca, pero es bueno recordar que JWC cultivó preferentemente la pirotecnia literaria, aunque, como sabemos, su palabrería comeniñoscrudos tenía como corolario invariable el “sí, Mi Jefe” (así escrito por él), o sea la subordinación a Perón. Al mismo Perón que no tuvo otro norte político durante toda su vida que la derrota de la clase trabajadora.
El comunicado repudia luego la intervención puramente retórica y tardía de la CGT y la CTA en el conflicto, o sea, les achaca exactamente lo mismo que podría reprochárseles a ellos mismos, a quienes no se les vio el pelo a lo largo de un conflicto de más de cuarenta días y ni siquiera en la marcha del lunes 28.
Aparte de todo lo consignado, que, como queda dicho, es el reverso exacto de la verdad, el comunicado desnuda al final el rencor que consume a sus autores, cuando dice que “los trabajadores argentinos saben que están librados a sus propias fuerzas. Saben que nada pueden esperar de la clase política (incluidos los partidos y agrupaciones de izquierda)”. Mi experiencia de muchos años a esta parte es que todas las luchas antiburocráticas y horizontales de los trabajadores han contado con la solidaridad, la difusión y el acompañamiento de la izquierda, enfrentando a las patotas peronistas, la policía y la patronal, la Santa Alianza que viene desde el ’43.
Pero en algo estoy de acuerdo con estos “auténticos peronistas”, y es cuando concluyen: “En este marco los trabajadores argentinos no necesitan que los halaguen, que les dediquen discursos enternecedores repletos de buenas intenciones con resplandores de fuegos artificiales tremendistas, ni mucho menos tardías y oportunistas solidaridades”.
Los traicionó la mala conciencia: uno de esos fallidos que hacen historia.